La Fundación Madrina ha expresado su preocupación por el incremento ‘alarmante’ en el consumo de leche de fórmula en España, un país que supera la media europea en este aspecto. Este aumento está estrechamente relacionado con el crecimiento de la pobreza infantil y la inseguridad alimentaria que afecta a numerosas familias españolas.
Según informa la fundación, menos de la mitad de los infantes en España son amamantados exclusivamente durante sus primeros meses de vida, una estadística que muestra un cambio significativo respecto a generaciones pasadas y que dista mucho de los objetivos de salud pública del país. Adicionalmente, se destaca que España solo dedica el 1.3% de su PIB a políticas de familia e infancia, uno de los porcentajes más bajos en Europa. Madrina sugiere que debería aumentarse al 7% para combatir la extrema pobreza infantil.
En España, más de un millón de niños experimentan inseguridad alimentaria y una de cada cuatro familias con menores se encuentra en una situación de vulnerabilidad, siendo este el país con la mayor tasa de pobreza infantil en Europa. La fundación también señala que la mala nutrición de las madres embarazadas en entornos desfavorecidos afecta directamente su capacidad y la duración de la lactancia materna natural.
La falta de opciones lleva a muchas madres a elegir la alimentación con fórmula, no por preferencia, sino por la imposibilidad de equilibrar la crianza con sus responsabilidades laborales y económicas. ‘Esta situación no solo rompe un vínculo fundamental, sino que socava el desarrollo de una generación y lastra el futuro del país’, advierte la fundación.
La prevalencia de la pobreza infantil no solo afecta la alimentación directa de los menores, sino también la salud nutricional de las gestantes, lo cual puede comprometer su capacidad para establecer y mantener una lactancia exitosa. Esto perpetúa la dependencia de la leche de fórmula, limitando el acceso a los beneficios insustituibles de la leche materna.
Además, la Fundación Madrina indica que las generaciones actuales muestran un desarrollo neuronal y cerebral inferior al de generaciones anteriores, a causa de un mayor consumo de alimentación artificial. ‘Proteger la lactancia materna es defender la salud de los niños y el bienestar de las familias. Es una inversión estratégica que definirá la fortaleza de nuestra sociedad en el futuro’, concluye la fundación.
BENEFICIOS DE LA LACTANCIA MATERNA
La leche materna es un escudo protector que contiene más de 300 nutrientes y anticuerpos esenciales para el bebé. Reduce significativamente el riesgo de enfermedades comunes como diarreas, asma, alergias e infecciones respiratorias, previene la desnutrición y el riesgo de muerte súbita, favorece un desarrollo cognitivo y emocional óptimo, y protege contra enfermedades crónicas en la edad adulta como la obesidad y la diabetes.
Los beneficios también se extienden a la madre: promueve una recuperación posparto más rápida, ayuda a quemar calorías, previene la depresión posparto y reduce el riesgo de cáncer de mama y ovario a largo plazo. Además, fortalece el vínculo afectivo entre madre e hijo y representa un ahorro económico significativo para la familia.
La inversión en lactancia materna genera individuos más sanos y con mejor desempeño, reduce el absentismo laboral en las madres hasta un 35 por ciento y disminuye los costes sanitarios, además de mejorar la reputación corporativa de las empresas que apoyan esta práctica.
MEDIDAS PARA MEJORAR LA LACTANCIA MATERNA
Para revertir la tendencia al alza en el uso de leche de fórmula, la Fundación Madrina propone un pacto nacional urgente con varias medidas. Una de ellas es aumentar la inversión pública en políticas de infancia y maternidad al menos al 7% del PIB. También sugieren que el Estado asuma el coste de la maternidad en lugar de las empresas, ampliar la duración del permiso por maternidad y lactancia hasta las 96 semanas, establecer un salario base maternal para cubrir necesidades básicas durante los primeros años de vida del menor, garantizando una crianza digna y un retorno efectivo al mundo laboral.
Otras medidas incluyen garantizar una alimentación saludable y nutritiva a todas las madres lactantes y embarazadas, especialmente aquellas en situación de vulnerabilidad, fortalecer el seguimiento médico y emocional durante el embarazo y el posparto, y mejorar la formación y el acompañamiento en lactancia materna en todos los hospitales y centros de salud. Además, proponen medidas específicas para garantizar el acceso a vivienda para mujeres madres lactantes y sus familias en situación de vulnerabilidad, y crear una ‘Tarjeta Movilidad’ para facilitar el acceso al transporte público y otros servicios para mujeres lactantes y madres o padres con menores a cargo.