La ministra de Sanidad, Mónica García, ha lanzado una advertencia dirigida a los adolescentes este jueves, destacando que los vapeadores no son seguros y representan una “puerta de entrada” al hábito de fumar. Esto se anunció durante la presentación de una campaña cuyo eslogan es ‘Hay muchas cosas que puedes hacer con la boca: besar, reír, cantar. ¿Por qué usarla para vapear?’.
“La industria ha puesto en la diana a la población joven mediante estos nuevos productos del tabaco que son atractivos y que son aparentemente inofensivos (…) La evidencia científica nos dice que no lo son, que son dañinos. El primer objetivo es concienciar a los jóvenes, interpelarles directamente para acabar con estos falsos mitos de que los vapeadores son inofensivos”, explicó García en una rueda de prensa.
Asimismo, García subrayó que comenzar a usar estos dispositivos desde temprana edad incrementa la dependencia y complica el abandono del hábito posteriormente; y recalcó que tampoco son útiles para dejar de fumar tabaco tradicional.
“Estamos hablando de una estrategia integral, campañas, ley y Real Decreto, que persigue el mismo objetivo, y es avanzar hacia un siglo XXI que esté libre de humo, proteger a la juventud, situar a España en la vanguardia nuevamente contra el tabaco y sus derivados, y dar un paso decisivo hacia la primera generación libre de humo. Es algo con lo que está de acuerdo la mayoría social”, añadió la ministra.
Por su parte, Susana Verdejo, responsable de la Unidad de Prevención y Control del Tabaquismo, destacó que la iniciativa se enfoca en los jóvenes, quienes son más susceptibles a consumir nuevos productos tabáquicos como los vapeadores. En este sentido, resaltó que datos de la encuesta Estudes 2023 revelan que más de la mitad de los jóvenes de entre 14 y 18 años han probado los vapeadores, aunque precisó que su creciente popularidad indica que la edad de inicio podría ser incluso a los doce años.
De acuerdo con la encuesta Edades 2024, el consumo de estos cigarrillos electrónicos ha aumentado un 7 por ciento desde 2022 entre los más jóvenes; y según la Sociedad de Española de Medicina y Familia Comunitaria (semFYC), los menores de edad vapean nueve veces más que el resto de la población, y el 93 por ciento de los que vapean también fuman cigarrillos convencionales.
Verdejo también señaló que los adolescentes que vapean poseen hasta tres veces más probabilidades de empezar a fumar tabaco, y asoció esta práctica con un mayor riesgo de padecer asma, tos, bronquitis, neumonía, cefaleas, mareos y problemas de salud mental, incluidos síntomas depresivos, según un estudio publicado en la revista ‘Tobacco Control’.
“La popularidad que tienen estos productos entre la gente joven puede amenazar todo el progreso que se ha hecho en el control de tabaco durante décadas, porque con el uso de estos productos están consiguiendo que lleguemos otra vez a esa normalización del consumo de tabaco”, concluyó Verdejo.















