Varios ministerios en colaboración con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), han presentado una guía este viernes con estrategias dirigidas a los consistorios para revitalizar el urbanismo y elevar la salud de los ciudadanos mediante acciones «sencillas», «rápidas», «reversibles» y de «bajo coste».
Estas estrategias incluyen desde pintar áreas de juegos para niños en aceras más anchas hasta colocar jardineras portátiles que definan áreas de esparcimiento o la peatonalización de vías cerca de instituciones educativas. Estas no requieren de «grandes inversiones» y proponen una reorganización del espacio público bajo un prisma «experimental», «participativo» y «adaptable» a las distintas comunidades locales.
Asimismo, se han sugerido la implementación de carriles bici temporales, la transformación de estacionamientos en zonas lúdicas o iniciativas de arte mural colaborativo que enriquecen el entorno y promueven una identidad local distintiva, todo con la finalidad de impulsar el bienestar general desde una óptica de equidad y con colaboración ciudadana.
La reforma o actualización de estos espacios contribuye a «crear comunidad» y a fomentar interacciones y recreaciones en espacios públicos, beneficiando igualmente a los negocios cercanos.
Estas intervenciones también son clave para preservar el ambiente, promover la sostenibilidad de recursos y minimizar la contaminación del aire y ruido, entre otros impactos negativos en la salud pública.
Implementar estos cambios mejora además la conexión entre áreas urbanas, reduce la segregación espacial y aumenta la seguridad ambiental, favoreciendo una movilidad diaria más activa y la prosperidad de la comunidad.
Un ejemplo notable es el programa ‘Protegim les escoles’ del Ayuntamiento de Barcelona, que ha renovado entornos escolares eliminando tráfico, ampliando aceras y utilizando mobiliario urbano innovador.
El manual, destinado a líderes municipales y profesionales del urbanismo y la salud, resalta la conexión «directa» entre urbanismo y salud y promueve el uso de urbanismo táctico como parte de las políticas locales y estrategias urbanísticas, en línea con la Agenda Urbana Española y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.