Un nuevo sistema de reconocimiento facial desarrollado con inteligencia artificial podría ser clave para la detección temprana de la acromegalia, analizando fotografías faciales, según un estudio liderado por Manel Puig-Domingo, de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
En el contexto del Día Mundial de la acromegalia, celebrado cada 1 de noviembre, la SEEN enfatiza la crucial necesidad de un diagnóstico precoz para tratar efectivamente esta enfermedad, cuya identificación puede tardar hasta una década.
La acromegalia, considerada una enfermedad rara, presenta una incidencia de entre 6 y 10 casos nuevos por millón de personas al año, con una prevalencia de aproximadamente 50 casos por 100.000 habitantes, según indica Puig-Domingo.
Generalmente afecta a individuos entre 45 y 60 años y se manifiesta con cambios faciales graduales, difíciles de detectar inicialmente, incluso por profesionales de la salud, hasta que los síntomas se hacen notoriamente evidentes. Esta enfermedad es causada en más del 95 por ciento de los casos por un tumor benigno en la hipófisis, que secreta hormona de crecimiento de manera continua y excesiva, provocando el crecimiento anormal de tejidos y órganos, además de diversas comorbilidades.
PRECISIÓN DEL 93 POR CIENTO
El estudio, publicado en la revista ‘Pituitary’, ha desarrollado algoritmos de IA y aprendizaje automático que han permitido la creación de ‘AcroFace’, un software de la ‘spin-off’ de la Universitat Rovira i Virgili Upsmart. Este programa analiza tanto las características visuales como las geométricas del rostro, logrando identificar la acromegalia con una precisión del 93 por ciento.
Según Puig-Domingo, la aplicación de esta tecnología busca reducir los tiempos de diagnóstico, prevenir el desarrollo de complicaciones y transformar la acromegalia en una enfermedad detectable en sus fases iniciales. Además, podría servir de modelo para el diagnóstico de otras enfermedades raras con manifestaciones faciales características.
Adicionalmente, el equipo de Puig-Domingo está realizando un estudio con 4.000 personas utilizando ‘AcroFace’ para la detección de la acromegalia a nivel poblacional, destacando también los impactos internos de la enfermedad como el crecimiento anormal de órganos y la posible aparición de condiciones graves como insuficiencia cardíaca, diabetes y cáncer de colon, entre otros problemas de salud severos.















