El doctor César Herrera Molina, pediatra y especialista en Endocrinología Infantil del Hospital Hospiten Roca, ha enfatizado en la importancia de detectar la diabetes infantil a tiempo como la estrategia «más eficaz» para elevar la calidad de vida de los afectados y prevenir complicaciones severas. Con motivo del Día Mundial de la Diabetes, que se celebra este viernes, el médico ha resaltado la creciente relevancia de la educación sanitaria, el uso de tecnología médica avanzada y un manejo efectivo de la enfermedad.
La diabetes tipo 1, de origen autoinmune y cada vez más frecuente, necesita un manejo precoz y coordinado, educando a las familias y apoyándose en recursos como la enfermería escolar y tecnologías como los sensores continuos de glucosa y las bombas de insulina, que son «factores decisivos» en el control diario y la independencia de los jóvenes pacientes.
A diferencia de la diabetes tipo 2, típica en adultos y vinculada a la obesidad y estilos de vida no saludables, la tipo 1 puede surgir en cualquier etapa de la infancia, con síntomas como sed intensa, necesidad frecuente de orinar, hambre excesiva y pérdida de peso sin explicación. Estos síntomas son señales de alerta para un diagnóstico precoz que puede evitar graves complicaciones como la cetoacidosis diabética.
«Hoy sabemos que la diabetes tipo 1 no comienza el día en que aparecen los síntomas. Existen estadios presintomáticos que pueden detectarse con análisis específicos, permitiendo un seguimiento estrecho y, en algunos casos, el acceso a tratamientos inmunomoduladores que retrasan la progresión de la enfermedad», ha afirmado Herrera.
TRANSFORMACIÓN DEL CONTROL DE LA ENFERMEDAD
El doctor también ha señalado que los avances tecnológicos han marcado una «auténtica revolución» en el control de la diabetes, mejorando la calidad de vida de los pacientes. «Los sensores continuos de glucosa y las bombas de insulina han transformado el control de la enfermedad, mejorando notablemente la calidad de vida», ha añadido.
Además, Herrera ha subrayado la importancia de la enfermería escolar y de una sólida educación en salud como apoyos «esenciales» en el ámbito educativo del menor. Ha destacado la necesidad de que los colegios dispongan de personal de enfermería especializado en diabetes para garantizar seguridad y autonomía a los alumnos. Del mismo modo, ha resaltado que el bienestar emocional es un «pilar fundamental» en el manejo de la diabetes infantil, ya que afecta «directamente» al control glucémico.
«Quiero felicitar a los niños y familias que cada día afrontan la diabetes con esfuerzo y compromiso. Cuentan con el respaldo de un sistema sanitario que avanza y con una investigación que no se detiene. El futuro traerá nuevas herramientas que harán más fácil convivir con la enfermedad», ha concluido el doctor Herrera.