Un estudio encabezado por la Universidad de Columbia en Nueva York (EEUU), con colaboradores del Cima y de la Clínica Universidad de Navarra junto con el Hospital Clínic de Barcelona, ha revelado que las células estrelladas son cruciales para el adecuado funcionamiento del hígado.
El informe, publicado en la revista ‘Nature’, ha establecido que el rol de estas células trasciende su participación en la fibrosis hepática, que se activa en respuesta a daños crónicos. Este descubrimiento abre la posibilidad de desarrollar tratamientos que impidan la progresión de la fibrosis a cirrosis o incluso a cáncer hepático.
«Gracias a este estudio, se ha podido comprobar que las células estrelladas hepáticas producen una proteína llamada RSPO3 que contribuye a mantener una correcta organización espacial o zonal. La expresión de esta proteína en las células estrelladas decae en patologías hepáticas», indica el doctor Josepmaria Argemí, experto en hepatología de la Clínica y líder del grupo de Estrés celular e inmunoterapia en cáncer hepático del Cima.
Los investigadores, que han combinado análisis en tejidos humanos y modelos animales, así como técnicas de ingeniería genética durante una década, descubrieron que al eliminar estas células en ratones, se afectan significativamente funciones vitales del hígado como la regeneración y desintoxicación.
Descubrieron también que un exceso de activación de estas células, común en enfermedades, reduce los niveles de la proteína RSPO3, lo que se asocia a un peor pronóstico en pacientes con enfermedades hepáticas relacionadas con el alcohol, evidenciando el papel protector de las células estrelladas en condiciones normales.
«Este estudio permite avanzar en el conocimiento de la fisiología del hígado y aportar información para el desarrollo de tratamientos que promuevan la regeneración hepática o su recuperación después de sufrir una lesión», comenta Argemí.
La fibrosis hepática, que resulta en acumulación de tejido cicatricial en el hígado, puede evolucionar a cirrosis. El hígado puede auto-repararse ante daños leves, pero lesiones persistentes pueden deteriorar gravemente su estructura y función, especialmente bajo consumo prolongado de alcohol, enfermedades metabólicas hepáticas relacionadas con obesidad o diabetes tipo 2, o infecciones virales hepáticas no diagnosticadas.