Leticia Gil de la Serna, oftalmóloga en Olympia Quirónsalud, ha destacado la relevancia de identificar y abordar pronto tanto los tumores palpebrales como las anomalías en la superficie ocular. Estos problemas, aunque no siempre afectan directamente a la visión, pueden comprometer seriamente la salud ocular, la funcionalidad de los párpados y el bienestar del paciente.
En la mayoría de los casos, el tratamiento farmacológico y las prácticas de higiene palpebral, como el uso de compresas calientes o lágrimas artificiales, son suficientes. No obstante, si estos métodos no dan los resultados esperados, puede ser necesaria la cirugía.
«La cirugía oftalmológica abarca mucho más que los problemas de visión. Muchas de estas lesiones requieren intervención no solo para eliminar la patología, sino también para preservar la funcionalidad y la estética del ojo, mejorando el bienestar del paciente», explicó Gil.
Es importante señalar que los tumores palpebrales son una causa frecuente de cirugía oftalmológica y suelen ser benignos. Estos se manifiestan generalmente como lesiones de crecimiento lento o molestias estéticas. «Muchos pacientes consultan porque notan una lesión que cambia de tamaño o resulta incómoda», señaló Gil, añadiendo que los casos malignos necesitan una extirpación más amplia, lo que generalmente permite eliminar completamente la lesión con «muy buenos resultados» tanto funcionales como estéticos.
Otras afecciones como los xantelasmas, el chalazión y la obstrucción del conducto lagrimal, junto con el pterigión, son también comunes. Estos últimos se tratan con una resección escleral y autoinjerto conjuntival, ofreciendo «excelentes resultados».
Además, todas estas intervenciones se realizan bajo anestesia local y sin necesidad de ingreso hospitalario, permitiendo una recuperación rápida y efectiva.















