Un 74,1% de los afectados por cáncer ven al oncólogo-hematólogo como el principal promotor de la vacunación, superando a otros profesionales de la salud como los médicos de atención primaria (71,8%) o el personal de enfermería (42,5%), según revela una reciente encuesta.
Este estudio, llevado a cabo por el Observatorio del Superviviente de Cáncer de la Fundación Sandra Ibarra y en colaboración con GSK, contó con la participación de 174 pacientes y supervivientes de cáncer, además de familiares y cuidadores. El objetivo era evaluar el conocimiento y la valoración de la vacunación como medida preventiva contra enfermedades infecciosas.
Solo el 16,7% de los encuestados afirma haber sido informado sobre vacunación por su oncólogo-hematólogo, una cifra que apenas supera la de quienes reciben esta información de su médico de atención primaria (17,2%).
Declaraciones de Sandra Ibarra
“Desde el Observatorio del Superviviente de Cáncer seguimos dando voz y generando conocimiento en torno a los pacientes y supervivientes con el objetivo de impulsar protocolos asistenciales que atiendan sus necesidades reales”, declara Sandra Ibarra, presidenta de la fundación.
Aunque un 90% considera crucial la vacunación y confían en su efectividad (entre el 82% y el 90%), más de la mitad (51%) desconoce la existencia de vacunas preventivas más allá de la COVID-19. Esto destaca la necesidad de una mejor distribución de la información.
La falta de recomendación por parte de su oncólogo-hematólogo (47,1%), la preocupación por efectos secundarios (43,1%) y los factores ideológicos (36,8%) son las principales razones para no vacunarse, resaltando la importancia de una comunicación efectiva y basada en datos científicos.
Para los pacientes, la recomendación directa del oncólogo/hematólogo (90%) es el método más efectivo para fomentar la vacunación, seguido por el apoyo de los centros de salud (63%), la colaboración del personal de enfermería (61%) y la distribución de material informativo (53%).











