La incidencia de conjuntivitis se eleva en verano, influenciada por actividades como nadar en piscinas, la exposición al sol y el contacto con alérgenos como polen y polvo, destaca el doctor Salvador Molina, jefe del Servicio de Oftalmología de HM Hospitales en Málaga.
Los síntomas típicos de esta inflamación de la conjuntiva incluyen enrojecimiento, picor y lagrimeo, comenta el especialista. Para prevenir la infección, recomienda una limpieza ocular meticulosa, no tocarse los ojos con manos sucias y el uso de gafas de natación.
Además, el doctor Molina enfatiza la necesidad de es importante limitar el uso de lentes de contacto en ambientes húmedos y utilizar gafas de sol homologadas con protección ultravioleta
, para evitar complicaciones como la queratitis, que puede empeorar por el uso prolongado de lentes de contacto, el baño en aguas tratadas y la exposición a químicos.
Por otro lado, el ojo seco también se intensifica en verano debido al calor, la falta de hidratación y el uso continuo de aire acondicionado, señala. Para combatirlo, sugiere el uso de lágrimas artificiales, evitar corrientes directas de aire, mantenerse hidratado y usar humidificadores en ambientes cerrados.
Otro problema frecuente en verano es la fotoqueratitis o quemadura ocular
, causada por la radiación ultravioleta intensa. Los síntomas incluyen dolor agudo, fotofobia y la sensación de tener algo en el ojo. También se atienden muchos casos de traumatismos oculares, relacionados con actividades al aire libre. Una pelota, un objeto punzante o incluso una caída pueden ocasionar lesiones serias. Es clave utilizar protección ocular adecuada en determinadas actividades y acudir rápidamente al especialista en caso de impacto directo en el ojo
, advierte.
Finalmente, el doctor Molina aconseja consultar a un especialista ante los primeros signos de problemas para evitar complicaciones y asegurar la salud ocular durante el verano.