Una mejora significativa en las prácticas de higiene ha logrado disminuir en un 27% los casos de infecciones del tracto urinario en residencias de ancianos, de acuerdo con los datos obtenidos del proyecto IMAGINE, que se ha llevado a cabo en más de 100 centros de ocho países miembros de la Unión Europea entre 2023 y 2025.
“El tercer objetivo, que para mí y para cualquier clínico es el más importante, es que disminuía un 27 por ciento en el segundo registro el número de infecciones urinarias”, indicó Carl Llor, médico de familia del IDIAP Jordi Gol y responsable científico del proyecto, en una rueda de prensa.
Esta reducción no solo disminuye el número de residentes que necesitan antibióticos, sino que también es crucial para minimizar el riesgo de desarrollar resistencias antimicrobianas. Este aspecto fue destacado durante el Día Europeo para el Uso Responsable de los Antibióticos.
El proyecto también ha tenido como foco la reducción del uso de antibióticos en estas infecciones, logrando una disminución del 52,9% al 46,1% en los registros comparados. En España, el uso inadecuado de estos medicamentos se redujo del 26,6% al 13,3%.
“Esto significa también menos efectos secundarios. Estos pacientes presentan muchas comorbilidades, presentan un estado inmunitario deficitario y cualquier fármaco que usan puede ser de contraproducente, y más los antibióticos”, añadió Llor.
Las auditorías han mostrado mejoras en 17 de los 29 indicadores de prevención y control de infecciones que contempla la iniciativa, incluyendo el uso correcto de delantales limpios en cada procedimiento y una mayor adherencia a la higiene de manos con desinfectantes al manipular sondas urinarias.
Las mejoras más destacadas incluyen la conexión adecuada de la sonda urinaria desinfectada, instrucciones visibles para el lavado de manos y la prohibición de llevar joyas o accesorios en las manos o muñecas.
“Hemos comprobado que intervenciones simples, bien estructuradas y basadas en la evidencia pueden generar cambios clínicos medibles en un entorno complejo como las residencias de mayores. Los resultados confirman que combinar auditoría, formación y comunicación mejora la seguridad del paciente y optimiza el uso de antibióticos sin requerir de una gran inversión”, subrayó el especialista.
AHORROS EN LOS SISTEMAS SANITARIOS
Luego de presentar estos datos en países como Dinamarca, España, Grecia, Hungría, Lituania, Polonia, Eslovenia y Eslovaquia, los expertos han realizado un análisis económico sobre los ahorros potenciales al reducir las infecciones del tracto urinario en residencias, si se implementan a nivel de la UE.
“Los beneficios no se limitan al corto plazo: una reducción sostenida de las infecciones urinarias implica menos hospitalizaciones, menor consumo de antibióticos a medio plazo y menor resistencia bacteriana”, explicó Laura Vallejo, economista de la salud y profesora titular de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
A nivel europeo, el coste de aplicar estas intervenciones sería de 50 millones de euros, generando un ahorro de 150 millones de euros. Esto permitiría reducir de dos millones a 544.000 los casos de infecciones del tracto urinario anuales en residencias. El coste de intervención por residente se estima en unos 14 euros, frente a los 332 euros que cuesta tratar un caso.
En España, el coste de implementación se estima en 4,6 millones de euros, lo que evitaría 117.000 infecciones anuales y ahorraría al sistema unos 34,5 millones de euros.
