Interrumpir temporalmente el tratamiento contra el cáncer de mama para buscar un embarazo no aumenta el riesgo de recaer

Los resultados del estudio internacional Positive, coordinado en España por los grupos de investigación en cáncer de mama SOLTI y GEICAM, han mostrado que la interrupción temporal del tratamiento hormonal contra el cáncer de mama en mujeres jóvenes embarazadas para intentar un embarazo no aumenta su riesgo de recaída.

Estos nuevos datos han sido presentados durante el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO 2025), mostrando que la incidencia acumulada de recaídas locales o a distancia tras el periodo de seguimiento es del 12,3 por ciento en las pacientes que han pausado el tratamiento para intentar un embarazo, frente al 13,2 por ciento de mujeres que no quedaron embarazadas durante el seguimiento.

El riesgo de metástasis también ha sido inferior, del 6,3 por ciento, frente al 8,3 por ciento del otro grupo de mujeres. Cabe destacar que esta pausa se ha realizado bajo control médico y durante un tiempo temporal que no ha superado los dos años, incluyendo el parto y el periodo de lactancia, tras el que el 80 por ciento de las mujeres del estudio han retomado la terapia endocrina.

Además, la investigación ha expuesto que el 76 por ciento de las mujeres logró al menos un embarazo y, de ellas, el 91 por ciento tuvo al menos un nacimiento vivo, con un total de 440 recién nacidos, incluyendo varios partos múltiples.

«Es una actualización muy esperada. Sabíamos que los datos iniciales eran aún limitados en el tiempo, pero ahora, con un seguimiento mayor, podemos seguir informando a las pacientes con una evidencia más robusta que así lo desean, interrumpir temporalmente la terapia hormonal para intentar un embarazo no impacta negativamente en su pronóstico», ha explicado la coordinadora del estudio Positive en España, la doctora Cristina Saura.

Tras ello, ha subrayado que los análisis por subgrupos, como pacientes HER2 positivas, con afectación ganglionar o tumores de mayor tamaño, aportan información «muy útil» para estimar riesgos individuales y orientar mejor las decisiones clínicas.

«Estos datos son muy relevantes para informar las decisiones reproductivas de las mujeres jóvenes diagnosticadas de un cáncer de mama que no han cumplido su deseo de ser madres», ha añadido Saura, miembro de la Junta Directiva de SOLTI, jefa de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Universitario Vall d’Hebron e investigadora principal en el Programa de Cáncer de Mama del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO).

TRANSMITIR «ESPERANZA» A LAS PACIENTES

Asimismo, ha explicado que no solo hay datos disponibles sobre los embarazos logrados, sino también sobre las técnicas de reproducción asistida, la lactancia y otros aspectos que se seguirán analizando con el tiempo, lo que aporta «conocimiento, esperanza y una nueva perspectiva» sobre la vida después del cáncer.

Por su parte, el cocoordinador del estudio en España, el doctor Manuel Ruiz Borrego, ha subrayado que estos resultados, fruto de seis años de seguimiento, son un «gran paso adelante» al confirmar que esta opción es segura para las pacientes.

«Esta decisión no parece afectar al pronóstico de su enfermedad, lo que nos permite trasmitir la esperanza a nuestras pacientes de que podrán ser madres y eso como investigador es una satisfacción», ha agregado Ruiz, también vocal de la Junta Directiva de GEICAM y coordinador de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Universitario Virgen del Rocío.

A pesar de ello, ha subrayado la relevancia de mantener un seguimiento a largo plazo de este tipo de estudios, pues permitirá no solo evaluar la seguridad oncológica, sino también el impacto global sobre la salud y el bienestar de las pacientes.

«El diagnóstico de cáncer de mama en mujeres jóvenes es cada vez más frecuente y supone un gran impacto en el proyecto vital de estas pacientes. Por eso, que el estudio Positive nos ofrezca la perspectiva de que podamos interrumpir el tratamiento de las pacientes de forma segura para que puedan quedarse embarazadas y luego volver a retomarlo, es sin duda un paso muy importante que va a cambiar el paradigma en el manejo de esta enfermedad cuando las pacientes desean ser madres», ha añadido.

Estos resultados han sido logrados tras el análisis de 518 mujeres de 42 años o menos con cáncer de mama de receptores hormonales (RH) positivos que deseaban quedarse embarazadas. El estudio Positive es promovido y liderado a nivel mundial por el Grupo Internacional de Estudio del Cáncer de Mama (IBCSG), una división de la Fundación ETOP-IBCSG Partners, y por la Alianza para Ensayos Clínicos en Oncología en América del Norte, en colaboración con el Grupo Internacional de Mama (BIG).

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