Intervenir temprano en la parálisis facial asegura «mejores resultados»

La acción precoz en la parálisis facial es crucial para obtener "mejores resultados", afectando funciones esenciales y la comunicación emocional.

Actuar de forma precoz la parálisis facial permite obtener "mejores resultados" en el tratamientoHOSPITAL UNIVERSITARIO LA LUZ

Intervenir de manera precoz en casos de parálisis facial es crucial para lograr «mejores resultados» en el manejo de esta afección, que afecta funciones esenciales como el parpadeo, la masticación o la dicción, además de influir en la capacidad para expresar emociones, según explica el doctor Antonio Fernández del Servicio de Cirugía Oral, Maxilofacial e Implantología del Hospital Universitario La Luz.

«El tiempo es determinante: si el nervio deja de enviar estímulos durante demasiado tiempo, el músculo se atrofia y pierde su capacidad de respuesta. Actuar de forma precoz abre la puerta a los mejores resultados», enfatiza el doctor Fernández, señalando que aunque muchos pacientes se recuperan espontáneamente, hasta un 30 por ciento padece secuelas permanentes que afectan significativamente sus vidas.

La doctora María Isabel Falguera, también experta de la unidad, ha señalado que para casos con menos de dos años de evolución, se pueden emplear técnicas microquirúrgicas para reconectar nervios o transferir ramas nerviosas sanas a fin de preservar la función muscular. En situaciones de parálisis prolongada, se opta por técnicas tanto dinámicas como estáticas para mejorar la simetría facial y restaurar funciones, incluyendo desde injertos musculares hasta procedimientos oculoplásticos y técnicas complementarias como infiltraciones de grasa o toxina botulínica.

Asimismo, Falguera ha resaltado la atención a las sincinesias, movimientos involuntarios que se presentan con gestos como sonreír y que históricamente han sido difíciles de tratar. «Hoy podemos reentrenar los músculos y, en casos seleccionados, aplicar cirugías avanzadas que reequilibran la función nerviosa. Esto abre una esperanza real para pacientes que anteriormente solo podían aceptar estas secuelas», detalla Falguera.

La imposibilidad de mover parte del rostro es el síntoma más claro de la parálisis facial, pero también afecta la identidad del paciente y su interacción social, pudiendo ser causada por múltiples factores como infecciones virales, traumatismos, cirugías en cabeza y cuello, tumores o enfermedades congénitas. Por esta razón, un seguimiento multidisciplinar es «esencial» para detectar complicaciones y adecuar los tratamientos, lamentando el doctor Néstor Montesdeoca la falta de seguimiento específico en muchos centros, lo que puede retrasar intervenciones cruciales en los primeros seis meses tras la aparición de la parálisis.

El doctor José Luis Cebrián, jefe del servicio, ha subrayado la necesidad de contar con un equipo especializado ya que la parálisis facial «no es solo un problema estético», sino también funcional y emocional, requiriendo la experiencia de especialistas en microcirugía y rehabilitación.

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