Una investigación realizada por la Universitat Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona, la Universitat Rovira i Virgili (URV) de Tarragona y el Barcelona Supercomputing Center (BSC-CNS) sugiere la creación de aplicaciones de inteligencia artificial (IA) médicas que se centren en ofrecer tratamientos “personalizados y ajustados a las necesidades específicas de cada persona trans”.
Según un comunicado de la UPF, el estudio, que ha sido publicado en la revista ‘Journal of Medical Internet Research’, se ha llevado a cabo en colaboración con la asociación Prisma, defensora de los derechos LGTBIAQ+ en ciencia e innovación. Nataly Buslon Valdez, del Departamento de Ingeniería de la UPF y líder de la investigación, destacó la importancia de “superar la visión binaria y reconocer las problemáticas específicas de las personas trans para lograr una perspectiva más inclusiva, diversa y justa”.
METODOLOGÍA
El estudio se apoyó en una metodología comunicativa y contó con la participación de 18 personas trans, quienes a través de tres grupos focales aportaron su visión y colaboraron en el diseño de la investigación.
El análisis buscaba identificar los desafíos para adaptar el diseño de las aplicaciones de IA en salud a las necesidades del colectivo trans y explorar soluciones potenciales.
SESGOS REPLICADOS
Simón Perera del Rosario, de Prisma y del Departamento de Medicina y Ciencias de la Vida de la UPF, señaló que los sistemas de IA a menudo replican los sesgos de sus creadores, lo que puede contribuir a la invisibilización del colectivo trans. “Estos sistemas digitales están diseñados de forma binaria, lo que puede causar malestar y afectar negativamente la salud mental, autoestima y calidad de vida de las personas trans”, explicó Perera.
ADAPTAR HORMONAS
El estudio recomienda el desarrollo de aplicaciones de IA que faciliten la personalización de tratamientos hormonales y la detección de incompatibilidades con otros medicamentos. Además, enfatiza la importancia de un manejo adecuado de los datos personales en el ámbito sanitario y la necesidad de mejorar la confianza de las personas trans en las instituciones de salud, históricamente marcadas por la discriminación.