El presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Tomás Cobo, ha dado a conocer este jueves la puesta en marcha del grupo de trabajo de Salud y Deporte. Esta nueva estructura nace con la finalidad de conseguir el reconocimiento oficial de la especialidad de Medicina del Deporte y de reforzar la investigación y la formación sobre cómo el ejercicio físico influye en distintas enfermedades.
“Aunque la actividad física está tomando auge, aún es necesario darle la relevancia institucional que merece (...) La práctica del ejercicio ha demostrado beneficios no sólo en la población general, la prevención de patologías tan prevalentes como las enfermedades cardiovasculares o las metabólicas, sino también mejores resultados en salud en pacientes con enfermedades crónicas, respiratorias, oncológicas y en las patologías asociadas a la edad, e incluso en la esfera de la salud mental”, ha expresado Cobo durante una rueda de prensa.
A partir de esta premisa, Cobo ha reclamado que la prescripción de ejercicio físico por parte del médico se asuma como una intervención terapéutica no farmacológica con “alto impacto” en la morbimortalidad, y que se integre en la práctica clínica desde un enfoque multidisciplinar.
“Apoyamos y nos posicionamos firmemente con la reivindicación de incorporar a la formación MIR, la Especialidad de Medicina de la Educación Física. Como ya está, por cierto, reconocida en Europa, y de la que tenemos más de 1.600 especialistas en nuestro registro nacional, que sin duda requieren una renovación generacional”, ha agregado Cobo, subrayando la necesidad de relevo profesional.
Entre las metas marcadas para este grupo, además del reconocimiento de la especialidad, figura la elaboración de recomendaciones basadas en la evidencia científica sobre la prescripción de ejercicio y actividad física, la creación de un marco de colaboración con otros agentes sociales y la sensibilización e influencia en las políticas sanitarias para que su promoción resulte “absolutamente prioritaria”. Asimismo, se pretende reforzar competencias transversales relacionadas con el ejercicio en las distintas especialidades médicas.
Falta de especialistas en los próximos años
En la jornada ha intervenido también el especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte y miembro de la Sociedad Española de Medicina del Deporte (SEMED), el doctor Pedro Manonelles, quien ha advertido de la relevancia de esta disciplina en un contexto en el que el número de profesionales se reduce progresivamente, sobre todo por las jubilaciones.
“Indudablemente, el primer trabajo de la Medicina del Deporte es el deporte de competición. Puedo adelantar que muchos de los éxitos deportivos del deporte español, que como saben es una potencia, tienen que ver con una estructura de medicina deportiva apropiada”, ha resaltado, aludiendo al papel clave de estos especialistas en el alto rendimiento.
Manonelles ha señalado, sin embargo, que la Medicina del Deporte ha adquirido aún más peso en un país donde más de la mitad de la población realiza en torno a dos horas de deporte a la semana. Ha recordado también que existen personas que practican actividad física entre “ocho y diez horas semanales”, lo que puede suponer un riesgo cuando sus organismos “no son como los de deportistas” profesionales.
Por otro lado, el neurobiólogo del Instituto Cajal, José Luis Trejo, ha destacado el efecto del ejercicio físico sobre el cerebro, ya que incrementa la eficiencia sináptica, un proceso “muy involucrado” en el aprendizaje, la memoria, la depresión y la ansiedad.
IA aplicada a la prescripción de ejercicio físico
La representante del Instituto SaludsinBulos, Guiomar López, ha dado a conocer una herramienta de Inteligencia Artificial (IA) diseñada para apoyar a los médicos en la consulta a la hora de prescribir ejercicio físico con validez “terapéutica y científica”, contribuyendo además a desmontar bulos y falsas creencias.
‘Recetaejercicio’ se presenta como un chat en el que el profesional introduce una serie de datos e indicaciones para determinar qué tipo de ejercicios recomendar a cada paciente y de qué manera motivarle. A partir de esa información, la aplicación sugiere, de forma personalizada, al menos 150 minutos de actividad física aeróbica moderada, ejercicios de fuerza un mínimo de dos días a la semana y rutinas de flexibilidad.
La herramienta incluye, además, propuestas de objetivos alcanzables y estrategias de motivación para favorecer la adherencia al programa, al tiempo que ayuda a identificar las barreras que percibe cada persona y ofrece contenidos de educación para una vida saludable.
“El camino corto nunca es el camino adecuado y hay que ayudar a establecer unos hábitos de vida saludables entre los que se encuentran una buena alimentación y una práctica continuada, adaptada, recomendada de ejercicio físico”, ha incidido López, remarcando la importancia de integrar el deporte en la rutina diaria.