La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) ha subrayado este sábado, con motivo del Día Internacional de la Preparación ante las Epidemias, la necesidad de reforzar la vigilancia sanitaria, la capacidad de respuesta del sistema de salud y la detección temprana de enfermedades emergentes, sobre todo en poblaciones especialmente vulnerables.
La entidad insiste en que la preparación y la vigilancia temprana resultan "esenciales" para identificar brotes antes de que desemboquen en crisis sanitarias, tal y como explica el especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y portavoz del Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas de la semFYC, el doctor Javier Arranz. El médico advierte de que estas medidas también son clave para "que los profesionales cuenten con criterios claros de actuación y con estructuras de coordinación que faciliten decisiones rápidas y bien fundamentadas".
Desde la semFYC apuntan que, en Atención Primaria, los planes de preparación frente a epidemias deberían articularse en torno a dos ejes prioritarios. El primero se centraría en la vigilancia de colectivos con mayor riesgo de exposición a zoonosis, incorporando en las anamnesis la actividad laboral o el entorno de quienes trabajan o residen en explotaciones ganaderas, así como el registro sistemático de estos datos en la historia clínica para facilitar una detección más ágil de posibles brotes.
El segundo eje se orienta a la formación específica de los equipos de Atención Primaria, en especial en aquellos centros situados cerca de granjas y explotaciones ganaderas, con el fin de mejorar la identificación precoz de patologías emergentes. "Muchas de estas patologías pueden presentarse inicialmente como enfermedades raras y, si no existe la formación adecuada, pueden escapar al diagnóstico habitual. Por eso es tan importante reforzar la sensibilización y dotar a los profesionales de herramientas actualizadas para reconocer signos tempranos y actuar con rapidez", subraya Arranz.
En el escenario actual, en el que coinciden amenazas de distinta índole -como la gripe aviar, el virus H7 en determinadas zonas de Asia o el incremento continuado de casos de dengue-, la sociedad científica considera que es "fundamental reforzar la información dirigida a la ciudadanía".
"La información clara y el autocuidado son herramientas fundamentales para que la ciudadanía pueda reconocer cuándo es necesario consultar y evitar exposiciones innecesarias", concluye Javier Arranz. Este médico de Familia recuerda que la responsabilidad individual contribuye a frenar la expansión de estas infecciones y a proteger a las personas más frágiles.
Gripe aviar, virus H7 y dengue bajo estrecha vigilancia
En estos momentos, la gripe aviar continúa siendo una de las enfermedades sometidas a una observación muy estrecha, principalmente por su capacidad de salto entre especies, fenómeno conocido como zoonosis. De acuerdo con los últimos datos de la UE, entre el 6 de septiembre y el 28 de noviembre de 2025 se registraron 2.896 detecciones del virus de gripe aviar altamente patógena en aves silvestres de 29 países europeos, de las cuales 94 se localizaron en España, cifras que superan de forma clara los registros de años previos.
Los expertos atribuyen este incremento a la existencia de aves inmunológicamente ingenuas -es decir, que no han estado en contacto previo con el virus- y a la irrupción de una nueva variante más transmisible del virus A(H5N1). No obstante, señalan que, por ahora, no hay evidencias de transmisión sostenida de humano a humano, condición imprescindible para valorar un riesgo real de pandemia.
En cuanto al virus H7, altamente contagioso y de gran gravedad clínica, mantiene focos activos en determinadas regiones de China, donde confluyen explotaciones avícolas y rutas de aves migratorias. Los especialistas recuerdan que, para que se produjera un contagio sostenido entre personas, sería necesario un salto genético de gran envergadura.
Respecto al dengue, pese a su elevada capacidad de transmisión a través de vectores, no se considera en este momento una amenaza pandémica global. En España, los casos han alcanzado máximos históricos en los tres últimos años, con 1.119 notificaciones en 2024, según el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III.