Este martes se ha inaugurado la Alianza Mejor Prevenir (AMP), una iniciativa que reúne a expertos del sector salud y representantes de entidades científicas y de pacientes. Su principal misión es centrar los esfuerzos en la prevención dentro de la política sanitaria española, con el fin de desarrollar un sistema «más equitativo, sostenible y humano».
Presentada en una rueda de prensa, la AMP es una propuesta del Observatorio de Salud, Estudio de Comunicación GSK y ViiV HealthCare. Este proyecto pretende evolucionar de un modelo sanitario reactivo a uno proactivo, anticipándose a la aparición de enfermedades.
«Necesitamos situar la prevención en el centro de las decisiones políticas, presupuestarias y sanitarias. No se trata de gastar más, sino de invertir mejor: cada euro destinado a prevención ahorra hospitalizaciones, dependencia y sufrimiento futuro», declaró el doctor Ángel Gil de Miguel, coordinador de la Alianza y profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad Rey Juan Carlos.
La Alianza ha delineado una hoja de ruta con diez medidas estratégicas, que incluyen la integración de la prevención en todas las políticas de salud de manera transversal y coordinada entre las administraciones; además de impulsar un aumento en la inversión pública en prevención y promoción de la salud, buscando alcanzar los niveles de inversión promedio de los países líderes en la Unión Europea.
Entre las acciones propuestas también se encuentra la actualización de la Estrategia de Promoción de la Salud y Prevención en el Sistema Nacional de Salud (SNS), que contempla objetivos medibles y una financiación específica. Asimismo, se propone revisar periódicamente los calendarios de vacunación y sus coberturas, y fomentar la vacunación a lo largo de toda la vida, según comentó Inmaculada Cuesta Esteve, secretaria de la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas.
La Alianza también subraya la importancia de actuar sobre factores de riesgo y sus causas como el tabaco, el sedentarismo, la alimentación, la contaminación, la soledad o el mal uso de las redes sociales. Además, enfatiza la necesidad de garantizar la equidad territorial en los programas de cribado y diagnóstico precoz para evitar desigualdades entre las distintas comunidades autónomas.
