Un estudio reciente ha puesto de manifiesto la importancia de la biodiversidad alimentaria, que se refiere a la inclusión de una amplia gama de especies diferentes en la alimentación, destacando su papel crucial en la prevención de enfermedades crónicas y en la promoción de una mayor longevidad. La investigación ha sido conducida por expertos de la Universidad Rovira i Virgili (URV) y el Instituto de Investigación Sanitaria Pere i Virgili (IISPV).
Publicado en ‘Science of the Total Environment’, el estudio analizó las pautas alimenticias y los datos de salud de más de 7.200 personas mayores, de entre 60 y 80 años, con alto riesgo cardiovascular. Estos individuos fueron monitoreados durante un promedio de seis años.
Mediante cuestionarios alimentarios validados y análisis estadísticos avanzados, los investigadores calcularon el número de especies diferentes consumidas utilizando un índice innovador llamado Riqueza de Especies Dietéticas (DSR). Posteriormente, evaluaron el riesgo de mortalidad asociado a este índice.
Los hallazgos revelaron que, independientemente de la calidad global de la alimentación, aquellas personas con una mayor diversidad de especies en su dieta tenían un menor riesgo de fallecimiento por cualquier causa. Específicamente, el incremento en el consumo de cada especie adicional, de manera regular, redujo el riesgo de mortalidad general en un nueve por ciento, el riesgo de enfermedad cardiovascular en un siete por ciento y el de cáncer en un ocho por ciento.
«se demuestra que no solo es importante el tipo de alimentos que comemos, sino también el número de especies distintas que incluimos en nuestra dieta. Una alimentación más biodiversa se asocia con una mejor salud y mayor longevidad», comentó la autora principal del estudio, Sangeetha Shyam, investigadora Miguel Servet del IISPV.
Este vínculo entre la diversidad dietética y la mortalidad se mantuvo constante, independientemente de la calidad de la dieta. Adicionalmente, la investigación sugiere que las dietas ricas en especies pueden ofrecer una mayor variedad de nutrientes y compuestos beneficiosos, posiblemente mejorando la salud de la microbiota intestinal.
El trabajo es resultado de la colaboración entre diversas instituciones y personal investigador del consorcio PREDIMED, liderado por el grupo de investigación ‘Alimentació, Nutrició, Desenvolupament i Salut Mental ANUT-DSM’, afiliado al IISPV, la URV y el CIBEROBN.










