El anticuerpo inmunoestimulador agonista de CD40, conocido como 2141-V11 y desarrollado por expertos de la Universidad Rockefeller en Estados Unidos, ha demostrado ser efectivo en la reducción de tumores metastásicos en seis de los doce sujetos de un estudio fase 1, logrando la desaparición completa del tumor en dos de ellos.
Publicado en ‘Cancer Cell’, el experimento buscó evaluar la efectividad de una versión avanzada de estos anticuerpos, que previamente mostraron promesa en pruebas con animales pero resultaron menos efectivos en humanos, donde además provocaron efectos secundarios significativos.
En experimentos iniciales con ratones genéticamente alterados en 2018, el equipo de Jeffrey V. Ravetch descubrió que el nuevo diseño del medicamento era diez veces más potente para inducir una respuesta inmune contra el cáncer. Alteraron el método de administración del fármaco, que anteriormente se hacía por vía intravenosa y provocaba efectos secundarios debido a la captación del medicamento por muchas células no cancerosas. Optaron por inyectarlo directamente en los tumores, lo que resultó en solo ‘una toxicidad leve’, según destacó Ravetch.
RESULTADOS ESPERANZADORES
El reciente ensayo en humanos ha mostrado resultados alentadores para su aplicación clínica futura. Se incluyeron 12 pacientes con diversos cánceres metastásicos incluyendo melanoma, carcinoma de células renales y varios tipos de cáncer de mama. Los dos pacientes que lograron una remisión total sufrían de melanoma y cáncer de mama respectivamente, dos tipos de cáncer particularmente agresivos y recurrentes.
‘La paciente con melanoma tenía docenas de tumores metastásicos en la pierna y el pie, y solo inyectamos el fármaco en un tumor en el muslo’, explicó Ravetch. ‘Tras múltiples inyecciones en ese tumor, todos los demás desaparecieron. Lo mismo ocurrió con la paciente con cáncer de mama metastásico, que también tenía tumores en la piel, el hígado y el pulmón. Y aunque solo inyectamos el tumor en la piel, vimos cómo desaparecían todos los tumores’, detalló.
La innovación 2141-V11 tiene la capacidad de unirse de manera optimizada al receptor inhibidor del fragmento Fc del anticuerpo, llamado FcyRIIB, y su administración directa por vía intratumoral reduce la toxicidad sistémica observada con formatos anteriores, además de potenciar la activación local de células dendríticas y linfocitos T, según explicó Luis Álvarez Vallina, quien también destacó que ‘La estrategia podría aplicarse a distintos tipos tumorales, especialmente aquellos accesibles para inyección local (piel, ganglios linfáticos, vejiga, mama)’. Álvarez puntualizó la necesidad de un seguimiento más largo para confirmar la durabilidad de las respuestas y definir biomarcadores que permitan seleccionar mejor a los pacientes.
ACTIVIDAD INMUNITARIA ESTIMULADA
Las muestras de tejido tumoral mostraron una actividad inmunitaria estimulada por el fármaco, lo que incluyó diferentes tipos de células dendríticas, linfocitos T y linfocitos B maduros, que formaron estructuras similares a un ganglio linfático, afirmó Juan Osorio, resaltando que esto se vincula con una mejor respuesta a la inmunoterapia. Además, estas estructuras migran a las zonas tumorales no inyectadas cuando el sistema inmunitario identifica las células cancerosas.
Basado en estos resultados, se han iniciado varios ensayos clínicos adicionales en colaboración con investigadores del Memorial Sloan Kettering y la Universidad de Duke, con el objetivo de profundizar en el efecto de 2141-V11 en cánceres específicos, incluyendo cáncer de vejiga, cáncer de próstata y glioblastoma, con cerca de 200 participantes.