La directora del laboratorio de Andrología y Análisis Clínicos del Instituto Bernabeu, Ana Fabregat, destacó este martes que es posible elevar la calidad del semen dejando de fumar o siguiendo una alimentación balanceada, en un contexto donde dicha calidad ha disminuido drásticamente en las últimas décadas.
De acuerdo con la información de la clínica, desde 1973, la cantidad de espermatozoides en hombres de Occidente ha descendido más del 50%, siendo esto una causa de que los hombres participen en casi la mitad de los casos de problemas de fertilidad globalmente, afectando a una de cada seis parejas.
Alteraciones a nivel molecular
«No se trata solo de la cantidad de espermatozoides, de su movilidad y morfología sino que también pueden generarse alteraciones a nivel molecular como puede ser el ADN del espermatozoide», enfatizó Fabregat.
En este sentido, la doctora ofreció varios consejos para modificar ciertos hábitos diarios que podrían estar influyendo en la calidad del semen masculino, como el consumo de tabaco. Este cambio podría tener efectos en aproximadamente tres meses, tiempo que tarda en completarse un ciclo de espermatogénesis nuevo.
«El principal metabolito de la nicotina, la cotinina, es capaz de llegar al testículo y causar daños en grado variable sobre las células germinales», explicó Fabregat, destacando que fumar disminuye la concentración espermática, reduce la movilidad de los espermatozoides y promueve la aparición de anomalías en su morfología.
Además, la experta señaló que el tabaco aumenta el estrés oxidativo y daña el ADN espermático, por lo que cesar este hábito no solo mejora la salud en general, sino que también puede llevar a una «notable recuperación» de los parámetros seminales.
Asimismo, ha advertido sobre el consumo regular de alcohol, marihuana, anabolizantes o drogas recreativas, que pueden alterar los niveles hormonales masculinos y reducir la calidad del semen.
«El alcohol en exceso interfiere con la producción de testosterona y deteriora la función testicular», ha alertado Fabregat, agregando que el cannabis y ciertos medicamentos, como anabolizantes y la testosterona, pueden reducir el volumen seminal y la concentración de espermatozoides en consumidores habituales.
Estos productos hormonales suelen ser consumidos por personas jóvenes con objetivos deportivos, y pueden causar oligozoospermias severas o azoospermias. Además, medicamentos comunes, como algunos antihipertensivos y psicofármacos, pueden impactar en la calidad seminal, la función sexual y los parámetros hormonales.
Fabregat también ha recomendado adoptar una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, pescado azul, frutos secos y aceite de oliva para controlar el peso, lo cual puede resultar en una mejora «significativa» de los niveles de concentración, movilidad y morfología espermática.
«El sobrepeso y la obesidad afectan negativamente al equilibrio hormonal y la calidad del semen», ha añadido, indicando que dietas altas en grasas saturadas, carbohidratos refinados y azúcares simples están asociadas con un ambiente inflamatorio y un estado de estrés oxidativo que daña la formación de espermatozoides.
Exposición al calor excesivo
Otro consejo de la experta es mantener el escroto unos grados por debajo de la temperatura corporal, facilitando una espermatogénesis adecuada. Por ello, ha desaconsejado el uso frecuente de saunas, baños calientes o incluso el ordenador portátil sobre las piernas, ya que estos hábitos pueden aumentar la temperatura testicular de manera crónica.
«Los hombres que buscan mejorar su fertilidad deben evitar este tipo de calor prolongado sobre la zona genital», ha añadido, recomendando además usar ropa interior holgada y transpirable.
Además del calor generado por dispositivos como ordenadores portátiles, tablets, móviles y redes WiFi, también pueden emitir radiación electromagnética no ionizante, que podría estar relacionada con alteraciones en la calidad seminal, según sugieren diversos estudios, aunque todavía no son concluyentes.
Realizar ejercicio físico y tener un descanso adecuado
La especialista ha indicado que mientras el ejercicio moderado y regular es beneficioso, el deporte de alta intensidad o el entrenamiento extremo pueden alterar el equilibrio hormonal, especialmente los niveles de testosterona, aumentar el estrés oxidativo, incrementar la temperatura escrotal, generar microtraumatismos y afectar a la producción espermática.
«El equilibrio es la clave. La actividad física moderada y actividades como caminar, nadar o practicar yoga ayudan a reducir el estrés y mejorar la salud general sin dañar la fertilidad», ha subrayado.
Respecto al descanso, Fabregat ha señalado como una actividad «fundamental», ya que dormir menos de seis horas por noche se asocia con una peor calidad seminal debido a una reducción de los niveles de testosterona.
Del mismo modo, ha mencionado que el estrés crónico afecta al eje hormonal hipotálamo-hipófisis-gonadal, responsable de la producción de esperma, y que se debe a una disminución de los niveles de testosterona circulantes en sangre.
«Reducir el estrés no solo mejora la calidad de vida, también podría ayudar a mejorar el semen», ha enfatizado, después de lo cual ha aconsejado la práctica de técnicas como la meditación o la asistencia a terapia psicológica.