El Ministerio de Sanidad clasifica nuevas condiciones como enfermedades crónicas

El Ministerio de Sanidad ha incluido la Covid persistente, la celiaquía, el dolor crónico no oncológico y las secuelas de la polio en la lista de enfermedades crónicas del Plan Operativo 2025-2028 de la Estrategia para el Abordaje de la Cronicidad, aprobado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS).

La ministra de Sanidad, Mónica García, ha expresado en la red social ‘X’ su satisfacción por el acuerdo alcanzado con las comunidades autónomas para aprobar este plan. Ha destacado que los gobiernos regionales deben ahora ‘activar rutas asistenciales y seguimiento multidisciplinar para garantizar cuidados y derechos’ a los afectados.

La Estrategia de Abordaje de la Cronicidad se considera esencial para reforzar el Sistema Nacional de Salud (SNS), fomentando un cuidado integrado, justo y centrado en el paciente. La Atención Primaria (AP) juega un rol crucial en este enfoque, siendo el núcleo para coordinar los cuidados de salud, asegurando proximidad al entorno del paciente y liderando la atención a domicilio, especialmente para personas en situaciones clínicas o sociales complejas.

LÍNEAS DE ACTUACIÓN

El nuevo Plan Operativo, según documentos a los que tuvo acceso Europa Press, busca mantener el enfoque integral en la gestión de enfermedades crónicas, fortaleciendo los principios y metas establecidos en 2021 y avanzando hacia su efectiva implementación.

Este plan contempla la experiencia previa y añade recomendaciones específicas para responder a las necesidades de los pacientes con condiciones crónicas. Así, busca proporcionar una atención más integrada, proactiva y centrada en la persona, fortaleciendo la cohesión del SNS y adaptándose a la diversidad de circunstancias que presenta la cronicidad en España.

Para la Covid persistente, el plan promueve la creación de circuitos asistenciales específicos y protocolos de seguimiento multidisciplinar para pacientes con síntomas prolongados post-Covid-19. En cuanto a la enfermedad celíaca, impulsa la mejora en el diagnóstico temprano y la capacitación de profesionales y pacientes, fomentando el empoderamiento para un control efectivo de la enfermedad y una adherencia adecuada a la dieta sin gluten. Para las secuelas de la polio, se enfoca en mejorar la detección y ofrecer un cuidado integral y personalizado. Finalmente, para el dolor crónico no oncológico, se incentiva un enfoque multidisciplinar basado en la evidencia para optimizar el manejo del dolor, minimizar el uso excesivo de analgésicos, particularmente opioides, y promover alternativas terapéuticas seguras y eficientes.

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