El Rey Felipe VI ha expresado su «profundamente orgullo» por el sistema sanitario de España, alabando tanto a sus profesionales como a la tecnología que emplean, y ha afirmado que la salud pública representa «uno de los mayores logros colectivos» nacionales.
«Los avances en nuestro sistema sanitario están estrechamente ligados a nuestra historia reciente, en particular a las casi cinco décadas de democracia, modernización y cohesión social, con mayores derechos y libertades. Son, también, la expresión más tangible de los ideales éticos que guían nuestras acciones», expresó el Rey en el evento ‘El corazón y la sociedad’ durante el congreso de la Sociedad Europea de Cardiología celebrado en IFEMA-MADRID.
Además, destacó que las sociedades que progresan no son las más ricas o tecnológicas necesariamente, «sino aquellas que se esfuerzan por satisfacer las necesidades de todos sus miembros. Una tarea interminable, pero que siempre merecerá la pena esforzarse por cumplir».
El monarca también elogió a los especialistas en cardiología, señalando su crucial papel en el manejo de enfermedades cardiovasculares, principales causantes de muerte globalmente. «Allí, en primera línea contra la enfermedad, ya sea en hospitales o centros de investigación, su talento y su dedicación son absolutamente vitales para todos nosotros», indicó.
Subrayó la importancia de la prevención para mitigar enfermedades cardiovasculares y mencionó el papel crucial de los médicos en la evitación de riesgos como el alcohol, el tabaco, una mala alimentación, la falta de actividad física, el sobrepeso y los trastornos del sueño.
Felipe VI también advirtió sobre los riesgos de factores externos como la contaminación y el cambio climático. «La salud humana está inextricablemente ligada a la salud del entorno en el que vivimos, y sus consejos, en diálogo y cooperación con otros campos científicos, pueden ayudarnos a construir una sociedad mejor, es decir, más conscientes, más responsables, más sostenibles y, dada la estrecha relación entre salud y bienestar, también más felices», enfatizó.
Finalmente, recordó las palabras del doctor Gregorio Marañón sobre la grandeza de la ciencia medida por su utilidad. «No hay ejemplo más claro que el campo de la cardiología», afirmó, alentando a los profesionales a «mantener vivo este espíritu».
MÓNICA GARCÍA DESTACA LA ESTRATEGIA DE SALUD CARDIOVASCULAR (ESCAV)
Por su parte, la ministra de Sanidad, Mónica García, remarcó que las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte tanto en Europa como globalmente. «Cada año, las enfermedades cardiovasculares se cobran más de 20 millones de vidas», añadió.
Señaló la necesidad de contar con planes integrales de salud cardiovascular a todos los niveles. «Planes que, como el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer, movilicen recursos, aúnen estrategias y conviertan la lucha contra las enfermedades cardiovasculares en una prioridad política», apuntó.
En este contexto, resaltó que España es «plenamente consciente» de esta necesidad. «Necesitamos planes cardiovasculares integrales. Por eso, en abril de 2022, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud aprobó, con el consenso de todas las comunidades autónomas, la Estrategia de Salud Cardiovascular (ESCAV), que tiene un objetivo claro: mejorar la salud cardiovascular en España y reducir las desigualdades», subrayó.
Tras ello, García recordó que la Estrategia incluye 134 acciones y cubre las cuatro enfermedades más prevalentes en todo el proceso, desde la prevención hasta la atención aguda, la atención crónica, la rehabilitación y la recuperación a largo plazo.
Asimismo, destacó que la ESCAV ha impulsado el Plan Europeo de Salud Cardiovascular, con el que está «firmemente» comprometida. Además, mencionó que el Ministerio de Sanidad ha centrado sus políticas en la prevención: «Hemos lanzado una nueva ley contra el tabaco; una nueva ley contra el alcohol y los menores, y tenemos un plan muy ambicioso contra la obesidad infantil», declaró García.
Finalmente, subrayó que combatir estas enfermedades requiere una «circulación global» de conocimiento, innovación y cooperación. «Solo si trabajamos como un sistema interconectado, podremos llevar oxígeno y esperanza a la humanidad», concluyó.















