La ministra de Sanidad, Mónica García, ha declarado que los consejeros de Sanidad de las comunidades autónomas dirigidas por el PP han cruzado la línea de la irresponsabilidad al actuar como «cafres» después de retirarse del pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) que tuvo lugar el viernes en Zaragoza. «Van a tener noticias de nuestros servicios jurídicos», anunció la ministra.
En una rueda de prensa tras el encuentro, García censuró la actitud de los consejeros del PP, quienes, según ella, desaprovecharon la ocasión de ofrecer soluciones a los pacientes y generar confianza pública. «Han boicoteado el CISNS, la transparencia y su propia capacidad para manejar la crisis de los cribados», criticó.
«No solo han boicoteado a esta ministra, sino también la posibilidad de responder a una crisis de confianza actual en la sanidad, que inicialmente afectaba solo a Andalucía pero ahora se extiende a todas las comunidades del PP», explicó García. Argumentó que este abandono bloqueó la aprobación de dos millones de euros destinados a centros oncológicos y vigilancia del cáncer, calificándolo de «totalmente inaceptable» y una «deslealtad hacia los ciudadanos que es difícil de describir».
García también comentó que algunos consejeros del PP se sentían «avergonzados» por el «bochorno y el circo montado»: «No sé si la orden vino de Génova o de Ayuso desde la Puerta del Sol». En su opinión, se trata de una «absurda guerra contra la transparencia».
Además, reprochó a los consejeros del PP por abandonar el consenso alcanzado en más de 20 consejos interterritoriales previos, donde se había dejado a un lado la política para concentrarse en la gestión sanitaria y el bienestar ciudadano. En esta ocasión, criticó que «han sido incapaces de dejar de lado la gorra del Partido Popular para adoptar un rol de gestores y consejeros».
Desde el Ministerio, García afirmó que no pueden aceptar que el Partido Popular considere un insulto el pedido de información y adelantó que se explorarán todas las vías legales para exigir respuestas y transparencia. «Van a tener noticias de nuestros servicios jurídicos», reiteró.
En cuanto a la crisis de los cribados, la ministra insistió en que pedir datos y transparencia durante una crisis sanitaria no puede ser visto como un insulto ni una deslealtad, sino como una obligación del Ministerio. Se preguntó a quién intentan proteger las comunidades del PP al ocultar estos datos y afirmó que «la transparencia no es opcional y se han equivocado».
Mónica García también criticó la estrategia de la Comunidad de Madrid y se cuestionó si «siguen una estrategia de Feijóo desde Génova 13, o si es que nadie está al mando».
Finalmente, aunque es la primera vez que los consejeros del PP abandonan un pleno del CISNS, García recordó que en el pasado ya se habían retirado de otras reuniones sectoriales, y lamentó que esta vez la excusa usada para abandonar el pleno fuera «absolutamente incomprensible», sugiriendo que podrían estar intentando desviar la atención de los problemas en Andalucía. «Están intentando tapar una vergüenza con otra aún mayor», concluyó.














