Mónica García solicita apoyo unánime para el protocolo anti-gripe y enfrentar la epidemia

Mónica García urge apoyo a un plan de acción contra la gripe que se votará el miércoles, tras el bloqueo del año pasado por el PP.

La ministra de Sanidad, Mónica García, ha reclamado el respaldo “de todas las comunidades y de todos los partidos” al plan de acción unificado contra los virus respiratorios, incluyendo la gripe, que será puesto a votación el miércoles en la Comisión de Salud Pública. Este plan no prosperó el año anterior debido a la oposición del Partido Popular (PP).

“Creemos que es una herramienta fundamental para dar confianza a los ciudadanos y para poder minimizar los efectos de esa epidemia que viene todos los años, que es la gripe, y minimizar tanto los ingresos como los fallecimientos”, comentó la ministra durante un encuentro con la prensa en Bruselas, a donde asiste a una reunión de ministros de Sanidad de la Unión Europea.

García alertó sobre el aumento de casos de gripe tanto en España como en Europa, y destacó que en España se han superado los umbrales de epidemia, lo que requiere de un plan coordinado con todas las comunidades autónomas. “El año pasado no pudimos afrontarlo de manera conjunta porque las comunidades del Partido Popular vetaron y bloquearon ese protocolo”, añadió la ministra, señalando que el miércoles será un “día decisivo” en la votación de esta estrategia.

La ministra también recalcó que el año pasado, los virus respiratorios causaron la muerte de 3.300 personas, incluidos 1.800 de gripe. Por ello, instó a ver esta situación como un “reto de país” y adoptar medidas “muy sencillas” como el uso de mascarillas al presentar síntomas o hacerlas obligatorias en centros hospitalarios y residencias cuando los datos muestren un aumento de la curva.

“Creo que es muy sencillo, es una lección que aprendimos en la pandemia muy sencillo y que creo que la podemos poner en marcha”, concluyó García. En la reunión del Consejo de ministros de Sanidad de la UE, España defenderá la importancia de reforzar la “autonomía estratégica” de Europa en la producción de medicamentos y asegurar la “solidaridad” entre los Estados miembro para garantizar el acceso a medicamentos esenciales en crisis.

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