La monitorización cardiaca continua en la fase aguda del ictus reduce el riesgo de un nuevo evento cerebrovascular

El Hospital Ruber Juan Bravo crea una unidad específica con monitorización cardiaca continua en ictus agudo para reducir recurrencias y mejorar la supervivencia.

La monitorización cardíaca continua durante la fase aguda del ictus disminuye el riesgo de sufrir un segundo eventoFOTOGRAFOLUIS@HOTMAIL.COM

La vigilancia cardiaca ininterrumpida en los primeros momentos del ictus contribuye a disminuir la probabilidad de padecer un segundo episodio cerebrovascular, una de las principales causas de discapacidad y mortalidad en España. Por este motivo, el Hospital Universitario Ruber Juan Bravo ha puesto en marcha un área asistencial destinada “exclusivamente” a este tipo de seguimiento especializado.

“Hemos habilitado un espacio dedicado exclusivamente a nuestros pacientes con ictus con un sistema de monitorización cardiaca y de constantes para el manejo de la fase aguda de ictus”, ha afirmado el coordinador de la Unidad de Ictus de Quirónsalud Madrid, el doctor Jaime González-Valcárcel.

Este dispositivo asistencial, que presta cobertura urgente al Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, al Hospital la Luz, al Hospital Quirónsalud Sur y al Hospital Quirónsalud Valle del Henares, cuenta con cuatro camas dotadas de monitorización, la presencia de un neurólogo (con atención presencial en turnos de mañana y tarde y guardia localizada durante la noche), un especialista en medicina intensiva disponible de forma presencial las 24 horas y una enfermera por turno (mañana, tarde y noche) dedicada en exclusiva a los pacientes ingresados en la unidad.

Asimismo, la unidad está equipada con cuatro monitores para el control continuo de la actividad cardiaca, la tensión arterial y la pulsioximetría, junto con un sistema móvil de teleictus que permite al neurólogo reevaluar de forma inmediata a los pacientes en cualquier momento. A ello se suma un equipo de guardia de neurorradiólogos intervencionistas que garantiza el acceso a tratamientos endovasculares durante las 24 horas del día.

“Un innovador sistema de Teleictus permite al neurólogo atender por teleconferencia y en tiempo real al paciente en cualquiera de los hospitales. El tratamiento comienza sin demoras en cada centro, y una vez estabilizada la situación inicial, el paciente es trasladado al Hospital Ruber Juan Bravo para vigilar la evolución, completar el estudio y adecuar el tratamiento en consecuencia”, ha añadido el jefe de Departamento de Neurología, el doctor Rafael Arroyo González.

El especialista ha subrayado que la disponibilidad de estas áreas específicas permite ofrecer una atención personalizada y de alto nivel a los pacientes con ictus. Los datos de la unidad muestran que el 76 por ciento de los afectados se mantiene independiente a los tres meses del evento, mientras que la mortalidad se sitúa por debajo del 7 por ciento.

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