La entidad Nofumadores urge a los municipios de zonas costeras a que ‘actúen con firmeza’ y apliquen sanciones por fumar en los arenales, valiéndose de la ley de residuos. Solicitan la creación de ordenanzas municipales ‘claras’, con ‘sanciones ejemplares’ que no solo disuadan a los infractores, sino que ‘generen una verdadera cultura de respeto y salud pública’.
‘La realidad es que a los incívicos solo les duele el bolsillo. Igual que ocurrió con el uso obligatorio del casco, el cinturón de seguridad o las multas por exceso de velocidad, las sanciones tienen un gran poder educativo’, ha afirmado la presidenta de Nofumadores.org, Raquel Fernández.
EL CRECIMIENTO DE LA INICIATIVA AUTONÓMICA ‘PLAYAS SIN HUMO’
Nofumadores destaca que el programa ‘Playas sin Humo’ se implementa de manera desigual en las comunidades autónomas, pues su adopción depende del ‘compromiso’ político y normativo de cada gobierno regional. En la mayoría de las comunidades, como Galicia, Comunidad Valenciana, Baleares, Canarias, Andalucía y Murcia, son las consejerías de Sanidad o Medio Ambiente las encargadas de promover campañas voluntarias para los municipios costeros. Estas campañas incluyen material gráfico, señalización homologada, inclusión en mapas y webs oficiales de turismo, y respaldo institucional.
Los ayuntamientos interesados en sumarse a esta iniciativa deben solicitar la inclusión de sus playas en el programa autonómico, comprometiéndose a instalar cartelería, realizar acciones informativas y promover un ambiente libre de humo y colillas en la arena.
‘Aunque en la mayoría de regiones la participación sigue siendo voluntaria y no conlleva sanciones, comunidades como Cantabria han dado un paso más y han legislado directamente para declarar todas sus playas como espacios libres de humo y colillas, habilitando mecanismos sancionadores amparados en la ley de residuos. El programa proporciona a los municipios una infraestructura institucional y comunicativa para avanzar hacia un litoral más limpio, pero su eficacia real depende de la voluntad local de regular, señalizar y sancionar’, apunta.
RECLAMA VINCULAR ‘BANDERAS AZULES’ CON ‘PLAYAS SIN HUMO’
La presidenta de Nofumadores.org reivindica que el programa europeo de ‘Banderas Azules’, gestionado por la Foundation for Environmental Education (FEE) y concedido en España por ADEAC, no otorgue esta distinción a playas donde se permita fumar.
‘Resulta incoherente que un galardón que premia la calidad ambiental, la sostenibilidad y la gestión responsable de residuos se conceda a arenales en los que se permita arrojar colillas, uno de los contaminantes más abundantes y persistentes del medio marino. Las colillas no solo tardan más de 10 años en degradarse, sino que liberan nicotina, metales pesados y microplásticos que afectan gravemente a los ecosistemas marinos’, resalta la asociación.
Además, destaca que el humo del tabaco compromete la calidad del aire y la experiencia de otros usuarios, incluidos niños. ‘Pedimos que la prohibición del tabaco y del vapeo en la arena sea un criterio imprescindible para optar a este distintivo ambiental, y que se revise urgentemente la normativa de ‘Banderas Azules’ en coherencia con los principios que dice defender’, añade.
En este sentido, la asociación señala que las colillas suponen un ‘grave problema medioambiental’: se estima que en España se consumen cerca de 32.800 millones de cigarrillos al año, de los cuales un 15 porciento acaban en las playas. Nofumadores añade que en estudios científicos se ha calculado que cada colilla puede contaminar entre 8 y 10 litros de agua de mar (hasta 50 litros en agua dulce).
‘Estos filtros de cigarrillos liberan metales pesados como plomo, zinc o cromo, que son absorbidos por organismos marinos como las ostras, causando bioacumulación tóxica en la cadena alimentaria. Además, inhiben el crecimiento de plantas marinas y pueden provocar mortalidad del 50 por ciento de peces en pocas horas’, explica.
Por otro lado, indica que los ‘vapers’ desechables se han convertido en una fuente emergente de contaminación plástica y química: ‘Contienen plásticos de un solo uso, baterías con riesgo térmico, metales pesados y en pocos años han poblado las playas y entornos urbanos como residuos difíciles de gestionar’, finaliza.