Nuevos hallazgos en la investigación de la leishmaniasis visceral, una patología infecciosa grave

A la izquierda, flebótomo -transmisores de la enfermedad-, y a la derecha, 'Leishmania' visceral en células de médula óseaCDC

Un estudio realizado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha mostrado que el análisis de las vesículas extracelulares de plasma, que contienen material genético y proteico liberado por las células, podría ayudar en la identificación de biomarcadores pronósticos para la leishmaniasis visceral, una enfermedad infecciosa desatendida y potencialmente mortal si no se diagnostica y trata adecuadamente.

La leishmaniasis visceral es provocada por protozoos del género ‘Leishmania’ y se manifiesta mediante fiebre crónica, aumento del tamaño del bazo e hígado, y pancitopenia. Esta condición es particularmente prevalente en personas inmunodeprimidas, especialmente aquellas coinfectadas con VIH o aquellas bajo inmunosupresión por tratamientos biológicos como los antagonistas del TNF (anti-TNF). La transmisión de la enfermedad ocurre principalmente por la picadura de mosquitos flebótomos, que son los vectores del parásito.

El estudio, divulgado en la revista ‘Frontiers in Immunology’ y desarrollado por un equipo del ISCIII en el Centro Nacional de Microbiología (CNM), exploró cómo la terapia inmunosupresora anti-TNF afecta la progresión de la leishmaniasis visceral y la efectividad del tratamiento antiparasitario con antimoniales pentavalentes, utilizando un modelo animal murino. Eugenia Carrillo y Javier Moreno, del CNM-ISCIII, son dos de los principales investigadores del estudio.

Mediante el uso de técnicas de proteómica, se analizaron vesículas extracelulares de plasma de ratones infectados con ‘Leishmania infantum’. Este estudio es parte de una serie de investigaciones del equipo del ISCIII sobre el impacto de diferentes fármacos inmunosupresores en la respuesta inmune a esta enfermedad y en la eficacia de su tratamiento.

Los resultados revelaron que los ratones tratados con anti-TNF mostraron un aumento en la carga parasitaria hepática y una respuesta inmunitaria más debilitada. También se notó una disminución significativa de varias proteínas importantes para la regeneración hepática, la respuesta inflamatoria y la defensa contra infecciones. Después de aplicar tratamientos con antimoniales pentavalentes, solo se consiguió una reducción parcial de la carga parasitaria en los animales inmunodeprimidos, junto con un incremento de otras proteínas que podrían facilitar la persistencia del parásito.

Los investigadores destacan que estos hallazgos subrayan que la inmunosupresión con anti-TNF no solo exacerba la enfermedad, sino que también modifica profundamente el perfil proteico de las vesículas extracelulares, interfiriendo en procesos biológicos cruciales para la recuperación y efectividad del tratamiento. Concluyen que «estos resultados recuerdan la importancia de adaptar a cada caso las estrategias clínicas en pacientes inmunosuprimidos, y posiciona a las vesículas extracelulares como una herramienta prometedora para identificar biomarcadores pronósticos y optimizar el manejo terapéutico de la leishmaniasis visceral».

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