La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha solicitado un incremento en la inversión destinada a la atención pediátrica y neonatal para asegurar que todos los niños reciban cuidados médicos de alta calidad y seguros, destacando que aún existen ‘millones’ de menores alrededor del mundo que no tienen acceso a los servicios necesarios.
‘La atención insegura es una crisis silenciosa que afecta de forma desproporcionada a niños y recién nacidos, contribuyendo a millones de muertes evitables cada año’, declaró la OMS durante el lanzamiento de una campaña en el Día Mundial de la Seguridad del Paciente.
Este esfuerzo se enfoca en la seguridad pediátrica como elemento ‘fundamental’ para alcanzar la cobertura sanitaria universal y prevenir daños en ambientes médicos, asegurando que los cuidados sean seguros, adecuados a su edad y centrados en los menores.
‘En demasiadas ocasiones, los niños se enfrentan a una atención insegura debido a instalaciones con recursos insuficientes, personal sanitario con apoyo insuficiente, sistemas de seguridad inadecuados y escasa participación familiar. Estas deficiencias no solo provocan muertes y discapacidades evitables, sino que también socavan la confianza pública y aumentan la carga sobre los sistemas de salud’, indicó la organización.
La atención insegura es una de las causas principales de mortalidad infantil y discapacidad prolongada, especialmente durante las primeras etapas vitales, con errores frecuentes en medicación o diagnóstico, infecciones asociadas a la atención, complicaciones quirúrgicas o incidentes con dispositivos médicos.
LOS NIÑOS CON NECESIDADES ESPECIALES SON ESPECIALMENTE VULNERABLES
Además, la OMS ha destacado la vulnerabilidad de los niños con necesidades médicas especiales o dependientes de tecnología médica, quienes enfrentan mayores riesgos de efectos adversos.
‘La atención insegura no solo causa daños inmediatos. Puede provocar discapacidades de por vida, hospitalizaciones prolongadas y tratamientos repetidos, lo que genera una presión adicional sobre las familias y los sistemas de salud’, resaltó la OMS, enfatizando que estos problemas se agudizan en entornos con recursos limitados.
No obstante, señaló que más de la mitad de los daños a pacientes son prevenibles y que una mayor inversión podría salvar hasta un millón de recién nacidos al año, además de reducir las estancias hospitalarias.
Finalmente, la OMS ha exhortado a líderes sanitarios a priorizar la seguridad pediátrica en las políticas nacionales de salud y a los trabajadores de la salud a ofrecer cuidados seguros y adecuados. Asimismo, ha aconsejado a los padres y cuidadores a participar activamente en la atención médica de los niños, y a la sociedad civil a abogar por una atención segura en todos los entornos.















