La OMS propone repelentes espaciales como nueva estrategia contra la malaria

En su más reciente actualización de las guías para combatir la malaria, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sugerido el empleo de repelentes espaciales para el manejo del mosquito portador de esta enfermedad, introduciendo así una innovadora forma de intervención en un período en que se considera «con urgencia» la necesidad de innovar.

Estos dispositivos dispersan componentes activos en el ambiente que no solo eliminan mosquitos sino que también evitan que estos insectos invadan ciertas áreas y piquen a las personas. De este modo, actúan en complemento con otras estrategias preventivas, como las mosquiteras impregnadas con insecticidas y la fumigación dentro de los hogares.

La OMS ha explicado que estos repelentes tienen una ventaja comparativa con las mosquiteras, ya que ofrecen protección adicional contra las picaduras de mosquitos durante el día, momento en el que las personas suelen estar despiertas y activas dentro de sus casas, no bajo las mosquiteras.

«En un momento en que el progreso contra la malaria se ha estancado, los repelentes espaciales son la primera clase de intervención para el control de vectores en décadas, ofreciendo un nuevo enfoque para proteger a las personas en riesgo», destacó Philippe Duneton, director ejecutivo de Unitaid.

La OMS ha reconocido que, aunque esta recomendación condicional se basa en cinco estudios, aún existen brechas significativas en la evidencia científica sobre la efectividad de los repelentes espaciales usados por sí solos, su capacidad para proteger en exteriores o en situaciones de emergencia humanitaria, y su función en la gestión de la resistencia a los insecticidas.

DOS REPELENTES ESPACIALES PRECALIFICADOS

La OMS ha precalificado dos primeros repelentes espaciales, Mosquito Shield y Guardian, desarrollados por SC Johnson & Son. Emiten transflutrina, que tiene un efecto repelente, desorientador y letal sobre los mosquitos. Se ha comprobado que su efectividad perdura hasta un mes y 12 meses, respectivamente, permitiendo su aplicación en diferentes contextos.

Además, se está investigando si los repelentes espaciales pueden reducir la transmisión del virus del dengue y otros arbovirus. Los datos obtenidos de ensayos en Perú y el Sudeste Asiático están siendo analizados y contribuirán a futuras decisiones sobre las directrices de la OMS relacionadas con el uso ampliado de estos dispositivos.

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