Sanidad

Organizaciones médicas europeas reclaman que se reconozca la Medicina como profesión de gran dureza

Sociedades médicas europeas exigen que la Medicina se reconozca como profesión de gran dureza para proteger la salud de los médicos y la seguridad del paciente.

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Varias sociedades médicas europeas reclaman que el ejercicio de la Medicina sea reconocido oficialmente como una actividad de “gran dureza”, al considerar que repercute de forma directa en la salud física y mental y en el bienestar de los profesionales, sometidos “cada vez más” a un esfuerzo físico intenso, elevada presión psicológica, estrés organizativo y una fuerte responsabilidad moral y jurídica.

La Organización Médica Colegial (OMC) se ha adherido a una declaración conjunta suscrita por la Asociación Europea de Médicos de Hospitales de Alto Nivel (AEMH), el Consejo Europeo de Órdenes Médicas (CEOM), Doctores Júnior Europeos (EJD), la Federación Europea de Médicos Asalariados (FEMS), la Unión Europea de Médicos Generales (UEMO) y la Unión Europea de Médicos Especialistas (UEMS).

“El trabajo penoso de un médico es la actividad profesional cuya organización de las horas de trabajo -en particular, los turnos y el trabajo nocturno-, la intensidad y la frecuencia de la carga de trabajo, o la responsabilidad médica relacionada con la profesión, determinan, de manera continua o recurrente, un riesgo significativo para la salud física y mental del médico”, han señalado las entidades firmantes.

Estas organizaciones sostienen que la Medicina encaja en los criterios habituales para catalogar un empleo como penoso y peligroso, debido a la combinación de horarios irregulares y prolongados, turnos nocturnos y rotatorios, alteraciones crónicas del sueño y exposición constante a riesgos biológicos, químicos y físicos, junto con altas demandas cognitivas, emocionales y de toma de decisiones.

Subrayan que reconocer la profesión médica como actividad de “gran dureza” debe entenderse como una medida de “salud pública”, ya que cuidar la salud de los facultativos repercute “directamente” en la seguridad de los pacientes, en la continuidad asistencial y en la sostenibilidad a largo plazo de los sistemas sanitarios.

Las entidades médicas llaman a las instituciones europeas y nacionales a poner en marcha un proceso coordinado y estructurado que permita definir criterios operativos claros, fijar indicadores objetivos y diseñar acciones políticas concretas.

Entre las principales demandas se incluye la revisión de los tiempos de trabajo y la organización de los turnos; la adaptación de las condiciones laborales a las necesidades específicas de cada etapa de la vida profesional y de cada género para prevenir daños en la salud; la creación de vías de jubilación anticipada o de compensación similares a las de otras profesiones de alto riesgo; el refuerzo de los servicios de apoyo psicológico y de salud laboral; y la garantía de plantillas suficientes y herramientas digitales funcionales que eviten sobrecargas innecesarias.

“Reconocer que la profesión médica es una actividad de gran dureza es un acto de responsabilidad hacia los profesionales que velan por la salud pública cada día. Mejorar la sostenibilidad del trabajo médico es esencial no solo para proteger a los médicos, sino también para mantener la capacidad, la calidad y el atractivo de los sistemas sanitarios para las generaciones actuales y futuras”, han manifestado desde la OMC.