Investigadores del Instituto de Investigación del Cáncer Ludwig de la Universidad de Oxford han encontrado que las plaquetas podrían ser clave para una detección más temprana y menos invasiva del cáncer, además de potenciar la eficacia de los cribados prenatales y combatir la inflamación sistémica.
Bethan Psaila, líder del estudio recientemente publicado en ‘Science’, señaló que las plaquetas, que carecen de núcleo, funcionan como ‘esponjas’, capturando fragmentos de ADN de células que están muriendo. Estos fragmentos pueden causar problemas inflamatorios y autoinmunes si no se gestionan adecuadamente. ‘Nuestros cuerpos emplean múltiples mecanismos para eliminar estos fragmentos de ADN del torrente sanguíneo, ya que pueden provocar trastornos inflamatorios y autoinmunes si se acumulan. Nuestros hallazgos sugieren que las plaquetas desempeñan un papel importante en la limitación de la abundancia de fragmentos de ADN en el plasma’, explicó Psaila.
Además, Psaila detalló que al activarse, las plaquetas pueden liberar estos fragmentos de ADN, ayudando a prevenir la inflamación general y facilitando respuestas inflamatorias específicas en áreas necesarias, como en sitios de lesiones.
El estudio también reveló que una cantidad considerable del ADN libre de células, incluyendo el proveniente de células tumorales, reside en las plaquetas. Este ADN libre de células se utiliza en diagnósticos de cáncer y se extrae del plasma sanguíneo después de eliminar todas las células, incluyendo las plaquetas, lo que se pierde es una ‘importante fuente’ de información.
‘Hemos demostrado que las plaquetas absorben fragmentos de ADN que portan las características mutacionales de las células cancerosas (…) Esto se aplica no solo a pacientes con cáncer avanzado, sino también, curiosamente, a personas con pólipos precancerosos en el colon, lo que sugiere que las plaquetas podrían ofrecer una reserva adicional, hasta ahora sin explotar, de ADN libre que podría mejorar significativamente la sensibilidad de las biopsias líquidas’, explicó Lauren Murphy, investigadora posdoctoral.
En estudios adicionales, se analizó el ADN de plaquetas en mujeres embarazadas con fetos masculinos, permitiendo predecir el sexo del bebé al detectar fragmentos del cromosoma Y en las plaquetas. ‘Dada su abundancia, facilidad de aislamiento y perfusión en todo el tejido, las plaquetas están en una posición ideal para servir como biosensores de perturbaciones genéticas en los tejidos’, añadió Psaila.
Los investigadores continuarán explorando cómo las plaquetas manejan el ADN libre de células y las implicaciones de los fragmentos de ADN que liberan tras su activación.