El desarrollo del lupus eritematoso sistémico puede estar influenciado por factores genéticos, hormonales y algunos elementos ambientales, cuya comprensión es ‘crucial’ para su prevención y manejo, según expertos.
‘Se ha demostrado que ciertos factores ambientales, como la exposición a la luz solar, infecciones virales y algunos medicamentos, pueden desencadenar o exacerbar la enfermedad en individuos susceptibles. La comprensión de estos factores es crucial para el manejo y la prevención del lupus eritematoso sistémico’, explicó el doctor Tarek Salman, coordinador del XVII Curso SER de Lupus Eritematoso Sistémico y Síndrome Antifosfolipídico.
En el evento, que contó con la colaboración de GSK, Salman destacó que los polimorfismos genéticos y ciertos genes juegan un rol significativo en la respuesta inmune asociada al lupus. Además, resaltó la importancia de los estrógenos en la activación de las células B y la producción de autoanticuerpos, lo cual podría justificar la prevalencia femenina de esta enfermedad.
El especialista describió al lupus como ‘la enfermedad de las mil caras’, enfatizando en su heterogeneidad y la necesidad de un enfoque multidisciplinar para su tratamiento. Durante el curso, también se destacó la relevancia de un diagnóstico temprano para implementar tratamientos que minimicen las complicaciones y prevenir comorbilidades.
La doctora Clara Moriano, otra coordinadora del curso, subrayó la mejora en el manejo del lupus mediante cambios en los hábitos cotidianos, como la fotoprotección y el control de la tensión y el colesterol, entre otros. Además, mencionó los avances terapéuticos que buscan una medicina más personalizada y efectiva para los pacientes.
Por último, Nuria Carballeda de FELUPUS, resaltó los desafíos que enfrentan los pacientes debido a la invisibilidad de algunos síntomas y cómo campañas como ‘Ponte en mi piel’ buscan aumentar la visibilidad y empatía hacia quienes padecen lupus.
