La persistencia de problemas menstruales como sangrados intensos, dolor severo y ciclos irregulares puede influir negativamente en la ovulación, complicar la fecundación y afectar la receptividad del endometrio, según explica Victoria González-Villafáñez, directora médica de Ginefiv Madrid.
IMPORTANCIA DE PRESTAR ATENCIÓN A LOS CAMBIOS EN LA REGLA
Anomalías menstruales como períodos excesivamente dolorosos o ausentes podrían estar relacionados con afecciones del sistema reproductivo, como el síndrome de ovario poliquístico, miomas uterinos o endometriosis, indica la clínica.
«El problema es que muchas veces no son conscientes de ello ni le dan la importancia suficiente hasta que aparece el deseo de ser madre. Y entonces comienza la carrera contrarreloj». Es crucial, según la doctora, observar y comprender los patrones del ciclo menstrual propio para actuar a tiempo.
Las alteraciones menstruales afectan a un porcentaje significativo de mujeres en edad fértil, con variaciones en la frecuencia, duración o regularidad de los ciclos. Estos problemas pueden manifestarse como ciclos demasiado largos o cortos, ausencia de menstruación o cambios notables en la cantidad de sangrado, detalla González-Villafáñez.
Además, el sangrado uterino anormal concierne a un amplio rango de mujeres en edad fértil. Este tipo de sangrado se caracteriza por no seguir los patrones menstruales normales, añade la especialista.
Un alto porcentaje de mujeres en España experimenta molestias menstruales frecuentes, pero un 20% no ha consultado estas condiciones con un ginecólogo. Esto refleja una normalización del dolor y otras irregularidades menstruales, lo que puede retrasar la atención médica necesaria y perpetuar un enfoque reactivo en lugar de preventivo, señala González-Villafáñez.
«Detectar a tiempo problemas ginecológicos o desequilibrios hormonales que puedan afectar a la fertilidad es fundamental para no reducir las posibilidades de lograr un embarazo espontáneo en el futuro y valorar la vitrificación de óvulos si fuera necesario», indica la experta. Un estudio reciente muestra que un gran número de mujeres ya utiliza aplicaciones para monitorear su ciclo menstrual, y una proporción considerable estaría dispuesta a congelar sus óvulos para conservar su capacidad reproductiva.
Estos datos subrayan un interés creciente en comprender el propio cuerpo, planificar el futuro y tomar decisiones informadas sobre la reproducción, especialmente en un contexto donde la maternidad se posterga cada vez más. «No se trata solo de tratar enfermedades, sino de ofrecer a las mujeres información y opciones para decidir sobre su fertilidad a tiempo», finaliza la directora médica.