En el contexto de la consulta pública del anteproyecto para la nueva legislación del tabaco, la Sociedad Española de Epidemiología, junto con otras entidades científicas y civiles, ha sugerido aumentar los impuestos, regular los lugares de venta e implementar el empaquetado neutro. Estas organizaciones han enviado un documento al Ministerio de Sanidad valorando la revisión de la Ley 28/2005, aunque indican que las modificaciones propuestas no son suficientes para enfrentar los desafíos actuales en materia de salud pública. “Es una oportunidad crucial para avanzar de manera decidida en la lucha contra la principal causa de muerte evitable en nuestro país y para ello es imprescindible mejorar el texto e incluir medidas que han quedado fuera”, enfatizan.
Las entidades participantes critican la falta de una fiscalidad lo suficientemente disuasoria y la gran cantidad de puntos de venta, que según ellas, han hecho que el precio del tabaco sea un 15 por ciento más accesible en la última década, lo cual contrarresta el impacto de los altos precios como medida de salud pública, especialmente entre los jóvenes. Por ello, proponen elevar los impuestos para igualar los precios con países como Francia o Reino Unido y expresan preocupación por la alta densidad de puntos de venta, que facilitan el acceso al tabaco y no protegen adecuadamente la salud de los menores.
Además, lamentan la omisión del empaquetado neutro en el anteproyecto, una medida que, aseguran, ha probado ser efectiva para reducir el atractivo del tabaco, disuadir el inicio del consumo en menores y potenciar el impacto de las advertencias sanitarias. También consideran insuficiente la regulación propuesta para los productos relacionados con el tabaco, como los cigarrillos electrónicos y los vapeadores, ya que no limita su venta exclusivamente a estancos y tiendas especializadas. “Las medidas propuestas son tímidas y no abordan con la contundencia necesaria la creciente amenaza que estos dispositivos suponen para la salud pública, especialmente entre los adolescentes, sirviendo en muchos casos como puerta de entrada al tabaquismo”, comentan.
Respecto a los espacios sin humo, aunque valoran la intención de las nuevas medidas, critican su ambigüedad y falta de claridad, lo que podría complicar su aplicación. “Por último, para que esta legislación sea realmente efectiva, es necesario el aumento de las sanciones, así como recursos para la vigilancia para poder asegurar una adecuada ejecución. Solo con una implementación rigurosa se podrá proteger la salud pública, especialmente en la infancia y adolescencia”, concluyen.
El documento cuenta con el apoyo de múltiples organizaciones nacionales e internacionales enfocadas en la salud y la lucha contra el tabaco.