En un avance internacional con la colaboración del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se ha logrado ‘resucitar’ una enzima ancestral, que ahora es aplicada en la investigación del cáncer y neurobiología. Este estudio aparece en la revista ‘Nature Chemical Biology’, y se centró en reconstruir secuencias enzimáticas antiguas y adaptarlas mediante técnicas modernas en el laboratorio para nuevas funcionalidades.
‘El diseño final de la enzima ha sido como viajar atrás y adelante en la escala temporal de la evolución’, afirma Miguel Alcalde, investigador del CSIC en el Instituto de Catálisis y Petroleoquímica.
Las pruebas han demostrado que esta enzima fúngica ancestral, una vez optimizada y expresada en células humanas, puede tener aplicaciones biomédicas significativas, como la identificación de marcadores de cáncer de manera no invasiva y el estudio detallado de interacciones neurobiológicas.
UNA ENZIMA VERSÁTIL PARA LA BIOMEDICINA
La investigación demostró que la enzima puede usarse como herramienta para explorar el proteoma en células humanas y detectar cambios durante la activación de las células T en presencia de tumores. ‘Observamos que, mediante herramientas de marcado en superficie, la enzima puede actuar como sonda para mapear el proteoma en la superficie de células humanas y en particular los cambios que se producen durante la activación de las células T en presencia de tumores’, indica Alcalde. Además, la enzima ha mostrado su eficacia en el ámbito de la neurobiología, permitiendo visualizar interacciones neuronales que son fundamentales para entender y estimular la motricidad.
El equipo multidisciplinar del proyecto incluye especialistas en marcado celular y proteómica de instituciones de renombre como la Universidad de Stanford, Harvard, MIT y el Instituto de Catálisis y Petroleoquímica del CSIC, lo que subraya su enfoque integral y vanguardista.