El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) ha emitido una recomendación el miércoles para observar de cerca síntomas como fiebre persistente o fatiga intensa, especialmente tras regresar de vacaciones de países con condiciones sanitarias riesgosas.
Además, se deben considerar otros síntomas como la diarrea que se prolonga, dolor abdominal o el cambio a un tono amarillo en ojos y piel, indicativos de posibles infecciones.
Los signos más severos incluyen problemas para respirar, tos persistente o alteraciones neurológicas como convulsiones, situaciones que exigen una visita «de inmediato» a un centro médico.
Precauciones para grupos vulnerables
Antes de viajar a estos destinos, es crucial vacunarse y mantener una vigilancia rigurosa, especialmente en niños pequeños, mujeres embarazadas, ancianos o personas con enfermedades crónicas, dado que son más susceptibles a complicaciones.
Es vital registrar los síntomas y su progreso para facilitar la consulta médica, donde se debe mostrar la cartilla de vacunación y detallar el viaje. Se recomienda evitar la automedicación para no ocultar síntomas importantes.
Importancia de las vacunas de refuerzo
Si bien muchas vacunas no requieren dosis adicionales al volver, hay algunas como las de hepatitis A y B o la rabia que necesitan múltiples dosis para efectividad completa. La profilaxis contra la malaria, que debe iniciarse antes del viaje, sigue sin estar disponible en España.
«No completar la pauta de inmunización puede suponer una pérdida parcial de la protección frente a la patología para la que se ha administrado la vacuna, lo que hace que aumente la posibilidad de contraerla. Así, en enfermedades graves y potencialmente mortales, como la rabia o la fiebre amarilla, no disponer de la inmunidad completa puede tener consecuencias importantes», indicó el CGCOF.
Finalmente, se sugiere anotar la fecha de las dosis de recuerdo en un calendario y mantener actualizada la cartilla de vacunación.















