Mantener la glucosa bajo control y adoptar un estilo de vida saludable disminuye el riesgo de complicaciones para la madre y el bebé durante el embarazo y el parto, afirma Santiago Novoa, ginecólogo de Policlínica Gipuzkoa.
El especialista advierte que la diabetes gestacional no controlada podría incrementar la probabilidad de inducir el parto o realizar una cesárea, además de enfrentar complicaciones en el parto, desarrollar preeclampsia o diabetes tipo 2 a largo plazo. También podría resultar en que el bebé nazca con un peso elevado, tenga exceso de líquido amniótico, experimente dificultades durante el parto o requiera atención especializada al nacer.
Por esta razón, él recalca la importancia de «un diagnóstico precoz y un seguimiento estrecho de la gestación, en coordinación con especialistas en medicina fetal, endocrinólogos y dietistas, resulta fundamental para garantizar la salud de la mamá y del bebé».
Factores de riesgo y tratamiento
Novoa subraya que los factores de riesgo incluyen «tener un índice de masa corporal superior a 30, haber tenido un bebé de más de 4 kilogramos, antecedentes familiares de diabetes, edad materna superior a 35 años o pertenecer a ciertos grupos étnicos».
El tratamiento principal incluye una dieta saludable, ejercicio regular y un control exhaustivo de la glucosa en sangre. En algunos escenarios, puede ser esencial el uso de insulina o medicaciones orales. Aunque la diabetes gestacional generalmente desaparece después del parto, se aconseja seguir un control médico continuo ya que muchas mujeres pueden desarrollar diabetes tipo 2 más adelante. Además, existe un alto riesgo de reincidencia en futuros embarazos.
El doctor Novoa recomienda seguir una dieta equilibrada que incluya carbohidratos saludables, verduras, legumbres y lácteos sin azúcar. Aconseja evitar azúcares y bebidas edulcoradas, controlar el tamaño de las porciones y distribuir los carbohidratos durante el día para evitar picos de glucosa. También sugiere «incluir siempre proteínas y verduras en cada comida principal» y menciona que «el simple hecho de caminar 30 minutos después de las comidas puede ayudar mucho a controlar los niveles de glucosa».