El Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) ha solicitado este viernes una expansión en el número de especialistas para asegurar el acceso universal a los cuidados paliativos en España.
En el contexto del Día Mundial de los Cuidados Paliativos, celebrado el 11 de octubre con el lema ‘Cumplir la promesa: acceso universal a los cuidados paliativos’, según lo determinado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2014, el SAE ha expresado su preocupación.
El Sindicato señala que, de acuerdo con el Atlas Mundial que evalúa este sector, desarrollado por el Observatorio Atlantes de la Universidad de Navarra en colaboración con la OMS, España ocupa la posición número 28, estando en la parte baja de las regiones con un nivel de desarrollo avanzado.
‘El problema es que nuestro país no tiene ni los profesionales suficientes ni con la formación adecuada para abordar esta parte asistencial que precisan los enfermos en la última fase de su vida’, indica el Sindicato, estimando que existen entre 300.000 y 370.000 personas en necesidad de cuidados paliativos, de las cuales unas 135.000 tienen necesidades complejas.
Actualmente, solo cerca de 4.000 profesionales trabajan en este campo, enfrentando además desigualdades territoriales significativas en la calidad de estos servicios según la comunidad autónoma. Según la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal), tan solo el 40 por ciento de los afectados reciben estos cuidados.
‘Desde SAE creemos esencial una apuesta seria en nuestro país por esta parcela asistencial, de manera que cuente con una regulación propia que garantice el acceso a todos los pacientes que precisan cuidados paliativos al final de su vida’, ha destacado el secretario de Acción Social de SAE, Daniel Torres.
‘Para ello es fundamental contar con equipos profesionales, donde los Técnicos en Cuidados de Enfermería (TCE) son esenciales por su cercanía en la atención al paciente, bien dotados y formados para poder ofrecer una atención digna, de acompañamiento y respeto, de acuerdo a las necesidades de cada enfermo, tanto sanitarias como emocionales y espirituales’, ha concluido.