La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) ha destacado que los recientes decesos asociados a la avispa asiática se atribuyen mayoritariamente a la inyección de altas dosis de veneno durante ataques múltiples, más que a reacciones alérgicas. En tales incidentes, el veneno inyectado es suficiente para causar un fallo multiorgánico o shock tóxico, procesos que difieren de las reacciones alérgicas severas o anafilaxia.
«El organismo recibe una dosis masiva de veneno capaz de provocar fallo generalizado del organismo o shock tóxico, a través de un mecanismo distinto al de la reacción alérgica generalizada o anafilaxia». Debido a esto, «el tratamiento con adrenalina, que está indicado en las reacciones alérgicas graves, no suele resultar eficaz en estas intoxicaciones masivas. En estas situaciones, la atención médica debe centrarse en las medidas de soporte vital y el tratamiento de las complicaciones tóxicas».
Además, ante el hallazgo de un nido de estas avispas, se recomienda contactar al 112 para que intervengan equipos especializados. En áreas rurales o boscosas, se aconseja evitar actividades como desbroce o poda cerca de posibles nidos hasta que termine el otoño o inicie el invierno, periodo en el que el ciclo vital de la colonia se ve interrumpido por el descenso de temperaturas.
En caso de sospechar una reacción alérgica al veneno de esta avispa u otro himenóptero, es fundamental acudir a un servicio de alergología para una evaluación precisa y considerar la posible aplicación de inmunoterapia con veneno de himenópteros.
Con esta información, la SEAIC busca educar a la población sobre cómo prevenir incidentes con himenópteros, aunque recuerda que la mayoría de picaduras no son graves. Sin embargo, el manejo de nidos o la exposición a enjambres debe dejarlo en manos de profesionales.















