Abel Renuncio, portavoz de la Sociedad Española de Contracepción (SEC), ha destacado que las afectadas por violencia de género enfrentan no solo traumas físicos sino también psicológicos persistentes, como la depresión y la ansiedad, que frecuentemente «nunca logran superar». Durante una presentación sobre las repercusiones de esta violencia en la salud sexual y reproductiva, Renuncio ha señalado que estas mujeres pueden sufrir también problemas como dolores pélvicos crónicos y enfermedades psicosomáticas más frecuentes.
Además, ha recordado la postura de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la violencia de género, describiéndola como poseedora de consecuencias «múltiples y muy graves» para la salud, que pueden variar desde efectos inmediatos hasta crónicos y, en casos extremos, fatales. Renuncio también ha enfatizado el impacto negativo en la salud física y psicológica de los hijos de las víctimas, que pueden incluir problemas emocionales y de aprendizaje, y un posible perpetuar del ciclo de violencia.
En otro aspecto, destacó los altos costes sociales y económicos de esta problemática a nivel global, estimando que el coste económico total alcanza como mínimo el 5% del producto interior bruto mundial, con un coste para la Unión Europea de aproximadamente 366.000 millones de euros anuales, según el ‘European Institute for Gender Equality’ (EIGE).
JUSTICIA REPRODUCTIVA
En el contexto del Día Mundial de la Anticoncepción, la SEC también ha lanzado un manifiesto titulado ‘La justicia reproductiva es salud, dignidad y poder para decidir’, elaborado junto con la FEC (Fundación Española de Contracepción), buscando fortalecer la justicia reproductiva en España y eliminando barreras que impidan ejercer estos derechos. José Cruz, presidente de la SEC, ha resaltado que la justicia reproductiva es fundamental para garantizar la dignidad, igualdad y libertad individual.
Finalmente, Cruz ha respaldado la propuesta del Ministerio de Sanidad de distribuir preservativos gratuitamente a jóvenes de 15 a 22 años, considerándola una medida eficaz para controlar las infecciones de transmisión sexual, que describió como una «epidemia silenciosa» con serias repercusiones. Renuncio ha concluido destacando la rentabilidad de esta medida preventiva frente a los costes de no actuar.