La Sociedad Española Multidisciplinar del Dolor (SEMDOR) enfatiza que tanto el dolor crónico como el neuropático siguen sin ser adecuadamente diagnosticados y tratados entre los afectados por el VIH, y por ello, aboga por su inclusión en la atención habitual de manera sistemática.
Con motivo del Día Mundial del VIH/Sida, que se celebra el 1 de diciembre, SEMDOR propone la implementación del cribado del dolor en cada consulta médica, el establecimiento de rutas de atención coordinadas y el fortalecimiento de la formación específica para elevar la calidad de vida de estos pacientes.
Declaraciones del presidente de SEMDOR
«El VIH hoy es tratable, pero el dolor no puede quedar en segundo plano. Preguntar, detectar y actuar en equipo marca la diferencia en calidad de vida», afirma el doctor Luis Miguel Torres Morera, presidente de SEMDOR, quien también recuerda que «una atención moderna al VIH incluye medir y manejar el dolor. No es un extra: es parte esencial de la salud integral».
«El dolor no es un síntoma menor: es un determinante de calidad de vida. Nuestra obligación es detectarlo pronto y tratarlo con rigurosidad y humanidad», subraya.
Entre sus propuestas, SEMDOR sugiere incluir una pregunta concisa y sistemática sobre el dolor en las consultas de VIH (Atención Primaria y Unidades de VIH), y derivar a las Unidades del Dolor cuando sea necesario.
Asimismo, propone definir circuitos claros entre Atención Primaria, Unidades de VIH, Unidades del Dolor, Enfermería, Fisioterapia, Psicología y Farmacia; actualizar habilidades del equipo médico (evaluación del dolor, uso de escalas, señales de alerta, comorbilidades, salud mental, consumo de sustancias, interacciones) y educar a pacientes y cuidadores en autocuidado, higiene del sueño y expectativas terapéuticas; además de un abordaje multimodal y la seguridad terapéutica; y registrar periódicamente la intensidad del dolor, el sueño, la función y la calidad de vida, con ajustes planificados en el tratamiento.