La Sociedad Española de Medicina de Laboratorio (SEMEDLAB) ha advertido de un adelantamiento de la temporada de gripe 2025-2026 en Europa, favorecido por la circulación predominante de la variante K del virus de la gripe H3N2. Según la entidad, su seguimiento supone un desafío, ya que esta variante presenta mutaciones en la proteína hemaglutinina que pueden limitar, al menos en parte, la capacidad del sistema inmunitario para identificar y neutralizar el virus.
Desde la Comisión de Microbiología de SEMEDLAB explican que el virus de la gripe tipo A H3N2 experimenta cambios constantes por deriva antigénica, un mecanismo evolutivo esperado que modifica de forma paulatina sus proteínas de superficie. La variante K incorpora varias alteraciones en la proteína hemaglutinina (HA), que constituye el principal blanco de los anticuerpos generados tras infecciones previas o tras la vacunación.
“Estas modificaciones genéticas pueden disminuir parcialmente la capacidad del sistema inmunitario para reconocer y neutralizar el virus en personas previamente vacunadas o expuestas”, advierten.
Añaden que, aunque el cuadro clínico observado hasta el momento no se aparta de la gripe estacional clásica —con fiebre, tos, congestión nasal, mialgias y malestar general—, la mayor facilidad de transmisión de la variante K ha adelantado el inicio de la ola epidémica en Europa y ha incrementado la incidencia de casos antes de las fechas habituales.
En varios países europeos, entre ellos Reino Unido, Francia, Italia, Alemania y Portugal, la variante K del H3N2 se ha vinculado con picos epidemiológicos más tempranos, adelantando la temporada gripal entre tres y cuatro semanas respecto a años anteriores y aumentando la carga asistencial en Atención Primaria, servicios de urgencias y hospitales.
En España, los registros epidemiológicos confirman un repunte de la gripe más precoz que en campañas pasadas, con una notable expansión del subtipo H3N2. Aunque aún no se ha definido por completo mediante secuenciación en todas las comunidades autónomas, se considera que la variante K estaría desempeñando un papel determinante en este incremento.
Los especialistas subrayan que este escenario responde a la propia dinámica de evolución del virus y a su adaptación a poblaciones con inmunidad parcial, más que a una modificación brusca de su virulencia. Por ello, insisten en la importancia de la vacunación precoz, sobre todo en grupos vulnerables como mayores de 65 años, niños pequeños, mujeres embarazadas, personas con patologías crónicas y profesionales sanitarios.