La semFYC advierte sobre la discriminación dual de las mujeres mayores en el SNS por razones de edad y género

La semFYC alerta sobre la discriminación por edad y género que sufren las mujeres mayores en el SNS, afectando su salud y calidad de vida.

La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) ha emitido una advertencia sobre la discriminación doble que enfrentan las mujeres mayores en el Sistema Nacional de Salud (SNS), atribuible tanto al edadismo como al género.

De acuerdo con la semFYC, el edadismo dirigido específicamente hacia las mujeres repercute negativamente en aspectos como la longevidad, calidad de vida, interacciones sociales y prácticas de salud. “Se vincula con una dieta menos saludable, menor cumplimiento de tratamientos, consumo de alcohol y tabaco, depresión, deterioro cognitivo y funcional, mayor incidencia de enfermedades crónicas y más hospitalizaciones”, señala la Sociedad.

Además, se destaca que estas mujeres suelen tener una salud mental más deteriorada, menor adherencia a tratamientos y sufren de un aislamiento social más pronunciado. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha indicado que la internalización de estereotipos negativos sobre la edad puede reducir la esperanza de vida en hasta 7,5 años.

Estos temas fueron discutidos recientemente en el Congreso de la semFYC en Madrid. Los expertos mencionan que en la práctica clínica, esta doble discriminación se evidencia en la poca representación de mujeres mayores en estudios poblacionales, la falta de ajuste en actividades comunitarias a sus necesidades, actitudes paternalistas y expresiones como “ya es normal a su edad”. También se observa en situaciones donde se omite hablar directamente con la paciente y se prefiere hablar con su acompañante.

A nivel organizativo, se critica que el sistema no está adecuadamente equipado para atender a este grupo. “Las agendas impiden dedicar el tiempo suficiente para asegurar entendimiento y avanzar en el paradigma de decisiones compartidas; hay criterios que excluyen por edad cronológica, materiales no adaptados o la realidad de canales digitales sin alternativas”, explica Samar Hassan Querol, de la SAMFyC.

“La edad y el género son determinantes transversales que influyen en todos los demás”, afirma Mercedes Hernández Gómez. Paula Rubio García enfatiza la necesidad de adoptar una perspectiva interseccional: “Los ejes de desigualdad se entrecruzan generando diferencias injustas. En el caso del edadismo, afecta especialmente a la mujer, situándola en el lado de la opresión estructural”.

CLAVES PARA UNA ATENCIÓN LIBRE DE EDADISMO

Desde semFYC, se subraya la importancia de los profesionales de Medicina Familiar y Comunitaria en promover un cambio cultural y asistencial. Se recomienda mejorar la formación, la comunicación clínica, la organización y la participación.

“Cada palabra es un acto clínico. Nombrar a la persona, preguntarle primero a ella, medir lo que importa -la comprensión y las decisiones compartidas- es la base de una consulta libre de prejuicios”, concluye Hassan.

Los grupos de trabajo de semFYC insisten en que se debe priorizar una atención centrada en personas diversas, plurales y longevas, donde la edad no sea un límite para los derechos ni las oportunidades de salud.

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