La semFYC insta a reducir los disruptores endocrinos en productos de uso diario

La semFYC urge a limitar los disruptores endocrinos en productos comunes, destacando su impacto negativo en la salud humana.

La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) solicita a la sociedad y a las autoridades competentes que se trabaje en la reducción de los disruptores endocrinos, en particular en los artículos de consumo habitual.

La semFYC subraya que los estudios científicos proporcionan cada vez más pruebas de cómo estos disruptores afectan negativamente al cuerpo humano y a la salud. Alertan de que productos cotidianos como alimentos procesados, desodorantes, cremas, pastas dentales y agua pueden contener estas sustancias perjudiciales.

Estos agentes químicos exógenos provocan efectos nocivos al alterar las funciones endocrinas, ya sea imitando o alterando el efecto de las hormonas, de acuerdo con la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA). Se estima que existen alrededor de 1.500 agentes contaminantes que pueden entrar en contacto con los seres humanos y afectar a los procesos hormonales.

Desde hace tiempo, se han registrado pruebas tanto ‘in-vitro’ como en animales que demuestran que los disruptores endocrinos pueden incidir en la fertilidad, el desarrollo neurológico del feto, problemas del sistema inmune y en enfermedades crónicas como diabetes o alergias, además de varios tipos de cáncer.

Recientemente, la Unión Europea ha prohibido el uso de sustancias como el óxido de difenilfosfina (TPO) y la dimetil-p-toluidina (DMTA) en esmaltes y geles semipermanentes para uñas, clasificándolas como “carcinógenas, mutágenas y tóxicas para la reproducción” tras varios estudios en animales.

Los disruptores endocrinos modifican los mecanismos hormonales de múltiples maneras, presentando un riesgo especial durante el embarazo y los primeros años de vida del niño. Las hormonas tiroideas maternas son esenciales para el desarrollo fetal, en especial para el sistema nervioso central. La exposición a estos agentes durante esta fase se ha vinculado con problemas como bajo peso al nacer y otros trastornos.

Por estos motivos, se ha restringido el uso de ciertos plásticos con componentes activos en hormonas en objetos destinados a bebés y niños, aplicando el principio de precaución para proteger la salud infantil. A pesar de las regulaciones existentes, muchos disruptores endocrinos todavía no están controlados.

Las publicaciones científicas han sido suficientes para recomendar la limitación de sustancias como el bisfenol-A y los ftalatos, que representan una amenaza continua para la salud. La semFYC urge a las autoridades a mejorar los controles de calidad y reducir la presencia de estos disruptores.

“Hay suficientes señales de riesgo como para intentar limitar nuestra exposición todo lo posible. Instamos a la Administración a ser rigurosa con los controles de calidad de todos los productos que llegan a nuestro mercado y a disminuir en la medida de lo posible la presencia de estos disruptores en diferentes materiales”, indican desde la semFYC.

El próximo XLV Congreso de la semFYC, que se celebrará en Madrid del 13 al 15 de noviembre, abordará la importancia de adoptar estilos de vida sostenibles para mejorar la salud y el medio ambiente.

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