La SEN solicita un Plan Estratégico Nacional para enfrentar la migraña eficazmente

La SEN exige un Plan Estratégico Nacional para garantizar una atención equitativa y eficaz en el abordaje de la migraña.

La Sociedad Española de Neurología (SEN) urge la creación de un plan estratégico que aborde de manera multidisciplinar, integral y transversal la migraña y otras cefaleas dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS) para asegurar que “la atención médica sea comparable en todas las comunidades autónomas y que no exista inequidad”.

“Porque está en nuestras manos ayudar al paciente a reducir la discapacidad que sufre, mejorar su calidad de vida, y a la vez reducir los costes derivados de las bajas laborales y pérdida de productividad que provoca la migraña”, ha indicado el coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN, Robert Belvís, durante el Día Internacional de Acción contra la Migraña, celebrado el 12 de septiembre.

La SEN detalla que la migraña es un dolor de cabeza severo y debilitante y constituye una de las cefaleas primarias más comunes. De hecho, la migraña se posiciona como la sexta afección más habitual globalmente, especialmente entre mujeres, con cerca de un 18 por ciento de ellas afectadas, en comparación con un 9 por ciento de los hombres.

En España, más de 5 millones de personas sufren de migraña, superando el 1,5 millones en su variante crónica, que implica dolores de cabeza más de 15 días al mes. Anualmente, un 2,5 por ciento de la población española empieza a experimentar migraña y aproximadamente en un 3 por ciento de estos pacientes la enfermedad se vuelve crónica.

Además, la migraña es la principal causa de discapacidad en adultos menores de 50 años en España, con más del 50 por ciento de los afectados presentando discapacidad grave o muy grave. Esta condición también está vinculada a un incremento en el riesgo de ansiedad, depresión -con un 38 por ciento de los pacientes mostrando síntomas depresivos moderados a graves- y otras comorbilidades como problemas cardiológicos y vasculares, trastornos del sueño, problemas inflamatorios o gastrointestinales.

La SEN destaca además el significativo impacto económico de la migraña, estimando un coste total anual en España entre 10.394 y 14.230 millones de euros. Alrededor de un 65 por ciento de este coste se debe a pérdidas de productividad laboral por absentismo y presentismo, y que por persona puede superar los 6.000 euros, afectando además la carrera profesional del paciente: un 25 por ciento ha perdido su empleo por esta razón, un 28 por ciento afirma que su ascenso laboral se ve obstaculizado y un 43 por ciento indica que ha impedido el acceso a un trabajo o la renovación de un contrato.

“La migraña supone una carga muy significativa tanto para los pacientes como para la sociedad y tanto a nivel económico como sociosanitario. Debido a su alta prevalencia como por la discapacidad que provoca debería ser una prioridad de salud pública y, sin embargo, sigue estando altamente infradiagnosticada y subtratada”, comenta Belvís.

“En la SEN estimamos que sólo un 56 por ciento de las personas con migraña en España ha recibido un diagnóstico adecuado de la enfermedad y que menos del 20 por ciento de las personas con migraña que necesitan de tratamientos preventivo están accediendo a ellos”, ha agregado.

La SEN considera que la baja utilización de tratamientos preventivos, a pesar de la alta discapacidad asociada a la migraña, es uno de los mayores retos que se deben afrontar. A pesar de los avances en la comprensión de la fisiopatología de la migraña y el desarrollo de tratamientos eficaces que han mejorado significativamente la calidad de vida de muchos pacientes, el acceso a estos medicamentos sigue siendo desigual entre las diferentes comunidades autónomas y dentro de la misma región, dependiendo del centro donde el paciente sea tratado.

“Según los últimos estudios que manejamos, cerca del 25 por ciento de los pacientes españoles tienen más de cuatro días de migraña al mes, por lo que podrían beneficiarse del tratamiento preventivo. Sin embargo, menos del 10 por ciento lo recibe, y solo un 1 por ciento de los pacientes están accediendo a las nuevas terapias anti-CGRP”, finaliza Belvis.

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