La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) ha subrayado el notable incremento en la supervivencia de los pacientes con linfoma, alcanzando actualmente más del 75% a los cinco años, gracias a la diversidad de tratamientos disponibles. Este avance se produce en un contexto donde estos cánceres representan el sexto tipo más común en España, con aproximadamente 10.383 casos nuevos de linfomas no hodgkinianos y 1.732 de linfomas de Hodgkin previstos para este año, según datos del informe ‘Las cifras del cáncer en España de 2025’.
Desde la introducción de combinaciones innovadoras de quimioterapia en los años 70, que marcaron un hito en la curación de algunos pacientes, hasta los recientes desarrollos en biología molecular que permiten un diagnóstico más preciso y tratamientos personalizados, la SEOM ha revisado los progresos logrados. Además, la inclusión de los anticuerpos monoclonales en el nuevo milenio ha mejorado significativamente el pronóstico de los pacientes.
ANTICUERPOS BIESPECÍFICOS, INHIBIDORES DE LA TIROSIN-KINASA
Recientemente, la SEOM ha destacado la importancia de los anticuerpos biespecíficos como mosunetuzumab y epcoritamab, y la aprobación de la terapia CAR-T para linfomas foliculares, que han revolucionado el tratamiento al ofrecer opciones menos agresivas que la quimioterapia intensiva. También ha mencionado los inhibidores de la tirosin-kinasa de Bruton y los anticuerpos conjugados como polatuzumab y brentuximab, que están siendo utilizados en casos específicos de linfoma B y T en linfoma de Hodgkin.
Adicionalmente, la terapia celular CAR-T se ha posicionado como una alternativa efectiva para los linfomas B agresivos, mejorando los resultados y reemplazando tratamientos más intensivos en casos seleccionados. Los anticuerpos biespecíficos recién introducidos, como glofitamab y epcoritamab, están transformando el enfoque terapéutico de los linfomas agresivos de estirpe B, mostrando potencial incluso en tratamientos de primera línea.
En este marco, la SEOM ha reiterado que los linfomas constituyen un ejemplo destacado de cánceres potencialmente curables, y estos avances permiten continuar mejorando la expectativa de vida de los afectados.