La Sociedad Española de Farmacología Clínica (SEFC) ha afirmado que el paracetamol es la alternativa más segura para el tratamiento analgésico y antipirético en mujeres embarazadas, frente a otras opciones disponibles en el mercado.
Esta postura surge como respuesta a las afirmaciones de la administración Trump que vinculan el uso de paracetamol durante el embarazo con un incremento en el riesgo de autismo en los hijos de mujeres que lo consumen.
“Desde nuestra especialidad médica abogamos por un uso seguro y adecuado de los medicamentos en todas las etapas de la vida. Consideramos que el paracetamol sigue siendo el tratamiento analgésico y antipirético de elección durante el embarazo y que la embarazada debe tomar paracetamol cuando lo necesite, guardando las precauciones habituales de usar siempre la dosis mínima eficaz, durante el menor tiempo posible”, explican desde la Sociedad en un comunicado.
Además, subrayan la importancia de que todas las decisiones terapéuticas en mujeres embarazadas se tomen conjuntamente entre el médico y la paciente, fundamentadas en información científica sólida y la mejor evidencia disponible.
La SEFC también recuerda que los medicamentos que contienen paracetamol están autorizados para el tratamiento sintomático del dolor de intensidad moderada y estados febriles, según la ficha técnica del fármaco.
“Recientemente, tanto la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) como la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) se han pronunciado al respecto. La EMA indica que el paracetamol sigue siendo una opción importante para tratar el dolor o la fiebre en mujeres embarazadas”, destaca la SEFC, que también resalta que la AEMPS defiende que no hay evidencia para modificar las recomendaciones vigentes.
Finalmente, la Sociedad advierte sobre los riesgos de no tratar adecuadamente el dolor y la fiebre durante el embarazo, que pueden llevar a complicaciones como defectos del tubo neural y un aumento en la tasa de cesáreas. “Por ello, la embarazada debe tomar paracetamol cuando lo necesite, guardando las precauciones universales para tratamientos con cualquier medicamento en embarazadas, de usar la dosis mínima eficaz, durante el menor tiempo posible”, recomiendan.
“Por ello, es fundamental interpretar estos hallazgos con cautela, teniendo en cuenta la calidad de los estudios, las dudas sobre posibles riesgos de seguridad y una evaluación individualizada del balance riesgo-beneficio, considerando tanto los riesgos de no tratar adecuadamente la enfermedad, como los beneficios demostrados del medicamento”, concluye el comunicado.