La empresa Takeda ha comunicado recientemente que su medicamento ‘TAK-861’ (oveporexton) mejora ‘significativamente’ la somnolencia diurna excesiva en personas afectadas por narcolepsia tipo 1, además de exhibir resultados positivos en otros síntomas asociados a esta rara y crónica enfermedad neurológica, para la cual las opciones terapéuticas actuales solo mitigan parcialmente algunos de estos síntomas.
En el contexto del Congreso Mundial del Sueño 2025, se presentaron dos estudios globales de fase 3, doble ciego y controlados con placebo. Estos revelaron que los pacientes que recibieron una dosis de dos miligramos dos veces al día lograron niveles de vigilia dentro de lo normal en la Prueba de Mantenimiento de la Vigilia, y aproximadamente el 85% alcanzó puntuaciones en la Escala de Somnolencia de Epworth comparables a individuos sin la enfermedad.
En relación con la cataplejía, que implica una pérdida súbita de tono muscular debido a emociones fuertes, el tratamiento con oveporexton ha permitido una reducción del 80% en la frecuencia semanal de estos episodios durante doce semanas, logrando hasta cinco días a la semana sin incidencias. Además, el 70% de los pacientes reportó una menor severidad de la enfermedad frente al placebo, y un 97% observó mejorías en los síntomas generales.
Estos avances han tenido un impacto positivo en la calidad de vida de los pacientes, sin registrar efectos adversos graves. Los efectos secundarios más comunes han sido insomnio y problemas urinarios, de intensidad de leve a moderada.
‘Estos resultados muestran el potencial de oveporexton para transformar el abordaje de la narcolepsia tipo 1. Nuestro objetivo es acelerar la llegada de oveporexton para ofrecer una alternativa terapéutica que responda a necesidades todavía no cubiertas de los pacientes y puedan mejorar su calidad de vida’, expuso Carmen Montoto, directora médica de Takeda en España.
El doctor Emmanuel Mignot, investigador principal del estudio FirstLight, destacó la importancia de estos hallazgos que acercan significativamente a la posibilidad de contar con una terapia que atienda la causa subyacente de la enfermedad. Ambos estudios, FirstLight (‘TAK-861-3001’) y RadiantLight (‘TAK-861-3002’), han cumplido con todos sus objetivos primarios y secundarios frente al placebo en todas las dosis evaluadas.