La terapia de estimulación magnética transcraneal se revela como opción prometedora en el manejo de la depresión

La terapia de estimulación magnética transcraneal (TMS) ha demostrado ser muy eficaz en el combate de la depresión, incluyendo aquella que no responde a tratamientos farmacológicos. Así lo indica Elena Muñoz, profesora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC y coinvestigadora principal del grupo Cognitive Neuroscience and Applied Data Science Lab.

Esta modalidad terapéutica, que se basa en la neuromodulación, ha sido respaldada por robusta evidencia científica. Un estudio previsto para 2024 revela que el 80% de los pacientes que reciben TMS experimentan una reducción de al menos el 50% en sus síntomas depresivos, y el 60% de ellos alcanza la remisión completa. Además, Muñoz destaca que TMS tiene la ventaja añadida de que no es invasiva, reduce o incluso elimina el uso de fármacos y no tiene apenas efectos secundarios.

El procedimiento implica la generación de un campo magnético, similar en intensidad al de un escáner de resonancia magnética, que atraviesa el cráneo e induce una corriente eléctrica de baja intensidad. Esta corriente altera la actividad neuronal en áreas específicas del cerebro, lo que permite ajustar la actividad cerebral según las necesidades terapéuticas, aumentando la neuroplasticidad y mejorando los síntomas clínicos en condiciones donde la actividad cerebral es subóptima.

PRINCIPALES BENEFICIARIOS

Elena Muñoz subraya los beneficios de la TMS para madres recientes con depresión posparto y adolescentes, periodos críticos donde los tratamientos farmacológicos no son la mejor alternativa. La TMS no requiere preparación previa, el tratamiento es intensivo, con sesiones de hasta treinta minutos, permitiendo la continuación de las actividades diarias inmediatamente después. Su uso puede ser complementado con psicoterapia para mejorar los resultados.

Además, la TMS muestra efectividad en el tratamiento de otras afecciones de salud mental como fibromialgia, dolor crónico, adicciones, recuperación motora y cognitiva post-ictus, y el deterioro cognitivo asociado a demencias.

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