Recientemente, la revista ‘The Lancet’ ha publicado un estudio que indica que las reducciones en el presupuesto de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) por parte de la administración de Donald Trump podrían resultar en aproximadamente 14 millones de muertes adicionales para el año 2030, siendo un tercio de estas muertes de niños.
‘Estimamos que, en las últimas dos décadas, los programas financiados por la USAID han ayudado a prevenir más de 91 millones de muertes en todo el mundo, incluidos 30 millones de muertes infantiles’, han señalado los investigadores, que incluyen expertos del Instituto de Salud Global de Barcelona y de la Universitat de Barcelona.
Los expertos han determinado que ‘los profundos recortes de financiación en curso, combinados con el posible desmantelamiento de la agencia, podrían provocar más de 14 millones de muertes adicionales para 2030, incluidos 4,5 millones de muertes entre niños menores de cinco años’.
‘Los recortes actuales y propuestos de la ayuda estadounidense, junto con los probables efectos en cadena sobre otros donantes internacionales, amenazan con detener abruptamente y revertir uno de los períodos más importantes de progreso en el desarrollo humano’, indica el estudio, alertando que ‘para muchos países de ingresos bajos y medios, el impacto resultante sería similar en escala a una pandemia mundial o a un conflicto armado importante’.
Marco Rubio, secretario de Estado, reveló en marzo que el Gobierno de Estados Unidos ha eliminado más del 80 por ciento de los programas de la USAID, lo que representa alrededor de 5.200 contratos. El presidente estadounidense ha justificado repetidamente estas acciones, incluso describiendo a la agencia como fraudulenta.
Varias ONG han expresado su desaprobación hacia el cierre de la USAID y la disminución de la ayuda humanitaria tras la administración Trump, describiendo estas acciones como un ‘ataque al sistema de valores’.