Profesionales del ámbito de la oncología, patología y la industria farmacéutica recalcaron el miércoles la “revolución” que representó el hallazgo, hace dos décadas, de las mutaciones activadoras del gen EGFR en el cáncer de pulmón no microcítico, un cambio radical en el tratamiento de estos pacientes.
“El descubrimiento de la mutación EGFR hace 20 años cambió el abordaje del cáncer de pulmón mediante tratamientos dirigidos, lo que se ha traducido en terapias más específicas. Además, supuso la detección de la primera mutación driver o mutación conductora del cáncer de pulmón, es decir, una alteración genética que causa el desarrollo y proliferación del tumor”, explicó Dolores Lozano, presidenta de la Sociedad Española de Anatomía Patológica (SEAP), en un evento organizado por AstraZeneca.
Este descubrimiento inicialmente “pasó desapercibido” para la mayoría, pero ha permitido el desarrollo de tratamientos personalizados y la oncología de precisión mediante la identificación de nuevos biomarcadores como ALK, ROS1, BRAF, RET, MET o NTRK.
La doctora Lozano, que también es jefa de Anatomía Patológica en la Clínica Universidad de Navarra, destacó que el tratamiento actual de este tipo de cáncer de pulmón está en un momento “increíble” gracias a la integración de pruebas genéticas en el diagnóstico, lo que permite un enfoque más preciso.
Por otro lado, Ana Peiró, directora médica de Oncología de AstraZeneca España, mencionó que, aunque el sector científico está bien informado sobre este avance, los pacientes tienen menos conocimiento de estos desarrollos.
“El hito de descubrir este biomarcador no apareció en los periódicos ni informativos. Muchos hitos científicos como este pasan desapercibidos y solo toman relevancia con el tiempo; por eso es tan importante impulsar la investigación, pues cada paso que damos contribuye a mejorar la atención a los pacientes”, añadió Peiró.
TRANSMITIR LOS AVANCES A PACIENTES Y LA POBLACIÓN GENERAL
Ángeles Marín, vicepresidenta de la Asociación Española de Afectados de Cáncer de Pulmón (AEACaP), enfatizó la importancia de divulgar estos avances al público para facilitar un diagnóstico menos traumático y en etapas tempranas, lo cual es crucial para disminuir la mortalidad.
“Cuando les explican todo eso, les cambia mucho la vida porque ya saben más o menos lo que les está pasando. Ya saben por qué de repente les funciona un tratamiento que antes pensaban que era como que toca la flauta y que además va a dejar de tocar en cualquier momento”, destacó Marín.
Marín también resaltó la necesidad de informar sobre los tratamientos efectivos contra las resistencias a los tratamientos primarios para esta mutación, presente en el 15 por ciento de los pacientes con este tipo de cáncer de pulmón, más común en mujeres y no fumadores.
Aunque aún no se ha establecido un cribado nacional para el cáncer de pulmón que permita un diagnóstico precoz, Marín señaló que, afortunadamente, cada vez hay más información disponible sobre estas mutaciones, lo que se traduce en un desarrollo de tratamientos más adaptados.
“Hemos mejorado mucho, pero pedimos que se siga investigando, sobre todo para tratar y mejorar el pronóstico de todos los casos de cáncer de pulmón y conseguir mantener la calidad de vida de los pacientes el mayor tiempo posible”, concluyó.
Dolores Islas, presidenta de la Asociación para la Investigación del Cáncer de Pulmón en Mujeres (ICAPEM), también subrayó los beneficios de los cribados, aunque reconoció las dificultades para su implementación, instando a invertir más en investigación.
“A partir de esta forma diferente de abordar el cáncer, lo que buscamos los profesionales es dar tratamientos dirigidos y adaptados al perfil genético del tumor, tanto en el cáncer de pulmón no microcítico como en otros tumores sólidos”, argumentó Islas, también jefa del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Lozano Blesa de Zaragoza.
LA IA PERMITE MÁS PRECISIÓN Y RAPIDEZ DE DIAGNÓSTICO
Los avances en algoritmos de Inteligencia Artificial (IA) ya permiten identificar con mayor precisión y rapidez las alteraciones genéticas y morfológicas de las muestras de los pacientes, mejorando así su pronóstico.
“Gracias a técnicas como la biopsia líquida, podemos detectar con una prueba menos invasiva alteraciones genéticas que nos permiten detectar precozmente la enfermedad y monitorizar su evolución a lo largo del tratamiento, permitiendo ajustar las terapias de manera dinámica, así como las posibles recaídas”, afirmó el vicepresidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y jefe de Sección del Servicio de Oncología del Hospital Universidad La Paz de Madrid, doctor Javier de Castro.
De Castro también explicó que el bloqueo de la producción de una proteína anómala es crucial para detener el crecimiento del tumor, logrando así una alta respuesta al tratamiento. Sin embargo, advirtió que las células tumorales pueden desarrollar resistencias, ya que “siempre intentan seguir viviendo” y buscarán otras vías cuando se les bloquea una.
